27 febrero 2010

SIMPLEZA

El superficial se suele cree muchas veces una persona simple, porque cree que pensar le complica la existencia, por eso no se complica pensando, pone toda la carne en los hechos. En su particular simpleza ve al reflexivo como complicado.
PRAGMATISMO

Según entiendo y observo:

Muchas cosas positivas trajo el liberalismo al mundo, pero el “mundo” y la “humanidad” son dos cosas distintas. Sus contradicciones y la asimilación de palabras distintas, -producto de su filosofía superficial e interesada- trajo males que son muy profundos para la humanidad,.
Una de los males generados por el liberalismo es su pragmatismo. No voy a omitir que Carlos Marx tuvo que ver mucho con esto.
En el pragmatismo no hay principios preestablecidos, o mejor dicho, los hay, pero siempre están dispuestos a cambiarlos porque solo se atiene al futuro, a lo que le conviene ahora y lo que le convendrá después, según convenga en cada momento. Se ve como opuesto al pragmatismo aquello que se ajusta a lo tradicional, a preconceptos, que se los ve como muy rígidos.
Pragmático no es lo mismo que práctico, auque pareciera ser la misma cosa, tener capacidad práctica ayuda a "ablandar" la rigidez que de hecho tiene los principios teóricos. Lo práctico, cuando esta correctamente aplicado no anula los principios permanentes, les da oxígeno.

No es que haya que sujetarse a principios que por el desarrollo natural humano resultarían anacrónicos,  estar abierto al cambio es muy bueno y saludable, pero no un cambio acomodaticio.  El pragmático no se compromete con nada que no sea de momento. Por eso hoy puede decir blanco y mañana negro, eso no es otra cosa que incoherencia y falta de madurez, aunque lo quieran disfrazar de lo que quieran.
El pragmático por su misma docilidad al “cambio” (al cambio superficial) es un individuo sin palabra, porque mantener la palabra es un principio permanente, antiguo,  y él es una persona “moderna”
SUPERFICIALIDAD

No dejo de tener en cuenta cada vez que hablo del “hombre” y los ubico en distintas categorías, como en éste post en el que voy a escribir sobre los “superficiales” que debo dar la impresión que lo hago desde una perspectiva de superioridad. Invito a plantear a quien así piensa si no puede haber otra posibilidad.

Según entiendo y observo:

La característica del superficial es precisamente éste: no considerar todas las posibilidades posibles por quedarse cómodamente instalado y apegado a lo que piensa. Principalmente para no tomarse el trabajo de cambiar de posición. 

El sentimiento de superioridad es un defecto en el que podemos caer con mucha facilidad, y comúnmente quien se cree superior es arrogante.
Comúnmente el superficial evita hablar de una manera que pueda favorecer un juicio negativo sobre el. Pero, la verdad de lo que somos, no es lo que piensan de nosotros –aunque hay que prestar atención a las observaciones- sino lo que realmente somos.

Para juzgar algo tan ajenjo a nosotros mismos como son “los demás” y a su vez tan próximos por ser de nuestra propia naturaleza, (donde compartimos en distinta medida y manera sus mismas deficiencias y cualidades) no podríamos hacerlo objetivamente sin el doble juego de verlo desde una perspectiva diferente, superior, alejado (porque no se es buen juez cuando se es parte) y también desde el llano, es decir desde el mismo lugar y altura.
Si juzgamos solo como parte, nuestro juicio dejaría de ser objetivo porque tendríamos una complacencia que no es conveniente para un análisis de rigor. Si lo vemos solo desde una perspectiva superior, esa perspectiva nos lleva casi indeciblemente a creernos superiores porque no nos vemos reflejados en ellos. En éste caso el análisis de rigor se convierte en un análisis riguroso, y el juez en arrogante.

Todos los hombres superamos en algo a otros, así como somos superados también en otros aspectos. Incluso hay hombres que aventajan a otros en muchos aspectos. Pero ser y sentirse son dos cosas distintas. Y sentirse superior a otros por aventajarlos en algo me parece sencillamente una idiotez. Aunque esto me confunde un poco porque veo dos realidades que se superponen: por un lado veo que idiotas es lo que menos hay en el mundo y por otro, lo que más abunda parece ser la vanidad.

Superficial es aquel que no tiene profundidad de pensamiento. Si yo hablo de hombres superficiales trasmito que yo no me considero superficial, pero trasmitir una sensación tampoco significa necesariamente, o absolutamente serlo en la realidad.

Todos los hombres desde un punto de vista somos superficiales, porque no podemos conocer en profundidad la realidad completa, por la limitación de nuestra materialidad, no podemos pasar muchas veces de lo que ven nuestros ojos, la parte material y de afuera de las cosas, donde se nos está vedada la propia realidad interior y la de los demás, conociendo acaso más por intuición que por razón.
Aún en el caso que se pueda tener una mayor profundidad de pensamiento gracias a un ejercido de años, siempre debemos esa misma profundidad a otras personas, a haberlos escuchado o leído, nadie se hace solo. Y siempre podemos ser un tanto superficiales en comparación al pensamiento profundo de otros, ya que la profundidad es infinita.

Ahora bien, la característica del hombre superficial al que me refiero es aquel que evita pensar porque se conforma con los grandes postulados,
las ideas generales, que pueden ser buenas como enunciados pero que al no conocer los detalles, -las distintas posibilidades- se equivoca.
Es como el que hace critica de un libro conociendo solo los títulos principales, desconociendo el contenido.

El hombre superficial se queja así:
¿Es posible que la humanidad no se pueda poner de acuerdo en algunos puntos básicos, para unirse, dejando libertad fuera de esto para que cada uno piense lo que quiera?

No llega a percibir el hombre superficial que el problema está precisamente en esto, que en los puntos básicos, en las grandes ideas todos estamos de acuerdo. ¿Quien se atreve a hablar mal del amor, de la paz, de la libertad, de la felicidad, del humanismo, de los derechos humanos, de la solidaridad, del bien, de la democracia...?  Nadie que yo sepa.  Pero al estar estos conceptos tan poco precisados, tan diluidos, tan amplios, tan liberales, se encuentran pésimamente conceptuados e instalados en el amplio campo del libertinaje donde cada uno piensa lo que quiere en lugar de pensar lo que es, sobre fundamentos ciertos.
Así es imposible lograr que se den en la realidad lo que superficialmente pensamos y soñamos.



25 febrero 2010

IDEALES

Es obvio que tener principios éticos es mejor que no tenerlos, pero cae de maduro que sostener esos principios ante los hechos concretos es mejor que cuando permanecen en el ámbito de la teoría. Ahora bien, sostenerlos en el tiempo, y en toda una vida es la cosa mas difícil del mundo.

Quien no toma el pragmatismo como principio “ético” sabe que deberá luchar toda la vida para sostener su ideal.y prepararse mediante un ejercicio que lo fortalezca para tener fuerza para los días o tiempos de pruebas. Tomar como principio ético el pragmatismo es casi tan fácil como no tener principios, porque los podemos cambiar cuando las circunstancias no nos favorecen.

Normalmente, los ideales (no pragmáticos) se sueñan en la adolescencia y se intentan llevarlos adelante con entusismo en la juventud, para después mantenerlos toda la vida. Quien en su vida no se compromete con un ideal en la juventud difícilmente lo haga en la madurez bilogía. Si lo hace, no suelen tener la misma fuerza, lo dice el refrán: caballo viejo no agarra trote. Aunque, como no somos caballos, podemos contar con un ascendente extra que nos permitiría alcanzar el mismo nivel “de trote”.

Quien no quiera luchar y exigirse que busque ser pragmático. Pero no espere de el mismo nada que lo pueda enaltecer.

La palabra “ideales” parece ser el plural de “ideal” sin embargo una y otra palabra tienen connotaciones diferentes. La palabra “ideal” nos habla de un estado de perfección, de algo que es inmejorable. Que puede ser real o imaginado. Frecuentemente se da que es más imaginado que real porque las realidades humanas suelen ser imperfectas, aunque cuando son fabricadas por el hombre, si son nuevas, pueden ser "ideales".
Pero los "ideales" es algo diferente, nos habla de un estado de perfección que solo está en la imaginación y planteado a futuro. Un punto establecido en el horizonte de la vida, punto al que se aspira llegar. Este punto es el que da sustento, solidez y solvencia a los principios, y determina la veracidad del mismo.
En el pragmatismo no hay principios, porque no tiene un punto al cual aspirar más que la conveniencia de momento.

Lo opuesto al pragmatismo no es la rigidez sino la practicidad, tener capacidad práctica ayuda a "ablandar"  la rigidez que de hecho tiene los principios teóricos. Lo práctico, cuando esta correctamente aplicado no anula los principios permanentes, sino todo lo contrario, les da oxigeno.

Síntesis:

En la vida todos es teoría y práctica, La teoría sin una práctica adecuada forma seres rígidos y duros. La práctica sin las teorías firmes y solidas (pragmatismo) hacen seres blandos y sin consistencia. La teoría es la parte científica de la vida y la práctica la parte vivencial de la teorías, las dos juntas y armonizadas forman el exquisito encanto del arte de vivir.
PRINCIPIOS

Hay un viejo cuanto que dice así:

Había una vez un viejo comunista sometiendo a una sencilla prueba a tres aspirantes, le pregunta al primero: Si tuvieras un campo con 50 vacas ¿que harías? Y el aspirante respondió: Le daría el campo y las cincuenta vacas al partido para que lo administre para el bien del proletariado.
El viejo comunista le repite la pregunta al segundo aspirante. Si tuvieras un campo con 50 vacas ¿que harías? el segundo aspirante respondió: Le daría las cincuenta vacas al parido para que alimente a los más necesitados y el campo al proletariado para que lo trabaje. Mira al tercero y le pregunta: ¿que harías vos si tuvieras un campo con 50 vacas? Y el aspirante no respondía. Le vuelve a preguntar...y nada. A la tercera vez que le pregunta (con una cara de angustia que lo delataba) responde tímidamente: es que tengo un campo con 50 vacas.

Se ve que hablar en teoría siempre es más fácil que ante la realidad concreta.

24 febrero 2010

GENERALIZACION

Según entiendo y observo:

Una característica común del hombre superficial es la de creer que lo que él no ve y no siente no lo puede ver ni sentir nadie.
Una característica común del escéptico que lo que el no cree, no existe. Y del soberbio, que donde el fracasa, fracasan todos.
IDENTIDAD

Cuando un artista realiza un retrato crea una imagen material. No siempre consigue que la imagen creada se parezca al retratado, mucho menos que sea igual. La imagen, por muy fiel a la realidad que sea, nunca será la realidad misma, siempre será una aproximación.
Cuando se defiende la idea de que existe una verdad absoluta se hace referencia a la existencia de una realidad, una realidad absoluta. Si vemos bien, toda realidades es absoluta, o no seria realidad. No se puede existir a medias.

La dificultad en todo caso, esta en la dificultad o imposibilidad de retratarla materialmente, puesto que para esto se necesita que la realidad
sea material. Nadie puede negar la existencia de infinidad de realidades que no entran en la limitada materialidad visual. Los ojos y su función de ver la realidad material es una parte minima, extremadamente minima como para basar una filosofía de vida.
Creer solo en lo que pueden perciben los ojos es una absoluta limitación, porque no aprecia la infinita realidad que lo supera.

Si hiciera un retrato no material del hombre de hoy (obviamente habando en términos generales, mayoritarios) diría que es un ser que deambula por la vida con una herida muy profunda en su consciencia, una angustia existencial impórtate que solo puede mitigar apenas con la evasión. Es un hombre con un gran vacío interior que aflora cada vez que deja de estar entretenido con algo, llamase trabajo, diversión,
estudio profesional, etc. Un hombre que busca casi con desesperación no enterarse de nada. Cosa imposible con tanto bombardeo informativo. Un ser que no sabe a que debe su existencia, ni siente haber nacido para algo. O “por” algo, o “para” alguien. Que puede no saber incluso, si su existencia se debe a un accidente o si fue querido, deseado y esperado, o simplemente nació por un encuentro fortuito, tan solo un producto del azar.

Un hombre que se ve a si mismo sumergido en una realidad llamada mundo, que lo percibe como demasiado grande donde el, en comparación no es nada, no existe. Alguien de quien el mundo puede prescindir totalmente. Un mundo tan complejo que, aunque haga lo que haga, no lo tiene en cuenta, y desea con todas sus ganas -aunque sea con un segundo de fama- sentirse alguien. Y si mira más allá de éste mundo, ya se pierde totalmente contemplando de lejos a ese minúsculo planeta llamado tierra en un rinconcito de una perdida galaxia entre miles y miles.

Un hombre que a olvidado, por una cultura manipuladora llena de fundamentos insustanciales y ocultamientos, -como si lo ocultado dejara de existir- los más altos ideales humanos, precisamente aquellos que lo distinguen del simple animal.  Una cultura materialista y atea que con una vehemencia y desprecio cuasi diabólico han llevado a la humanidad al desprecio de su origen divino.  Que,  a fuerza de fomentar prejuicios ha perdido el gusto por las cosas del espíritu, de saborear su relación filial con su Creador.  Que a dejado de ver a Dios. Y a Dios como Padre. A dejado de gustar de su intimidad. Un hombre que niega esta idea brillante, esta idea original que lo enaltece hasta el infinito. Que lo haría sentirse enormemente feliz de trabajar en su obra maravillosa, (de Dios) y enamorado de su trabajo, aunque solo sea barriendo el escenario.

20 febrero 2010

ACORDAR

Según entiendo y observo;

Acordar es una de las actitud más maravillosas en las relaciones personales porque no deja en teoría a nadie insatisfecho. El acuerdo es la unión
de opuestos, de complementarios, solo el egoísmo atenta contra esta hermosa posibilidad.

Acordar no es renunciar a tener convicciones firmes y defenderlas, no es navegar en un mundo de idea difusas, poco consistentes, donde da todo casi lo mismo, donde nadie tiene razón y donde cada uno la tiene pero no puede decirlo sin que lo miren mal,

Acordar es esencialmente un tema de forma, de “formas” de comportarse ante el otro, es comprender que los demás no tienen porque entender las cosas igual como las entendemos nosotros, por eso es absurdo y dañino plantear la “tolerancia” en temas de fondo, es decir atacando la defensa de la verdad.
NECESIDADES

El primer problema del mundo podría ser éste: que lo que el mundo necesita, no es precisamente lo que busca. Y así no encuentra nunca la solución.
Y el segundo problema, que cada individuo -mundo en miniatura- no identifica su mundo con el mundo de todos. (Signo claro cuando hablando de los males del mundo, uno no se ve incluido en el).

Aparentemente, lo que un alcohólico, drogadicto, fumador o perezoso necesita es beber, drogarse, fumar o descansar, sin embargo cae de maduro que lo que realmente necesita es dejar de hacer aquello que lo tiene sujeto y que no le permite ser libre. Sentir una necesidad no necesariamente indica que lo que se desea sea lo que realmente necesite. A veces puede ser todo lo contrario.
Nuestras vidas se conforman en base a creencias. Las creencias, en base a ideas, teorías, opiniones, experiencias ajenas y propias, que forman nuestro caudal cultural. Las ideas que elaboramos las hacemos en base a nuestras propias reflexiones. Las reflexiones, -generadoras de opinón- necesitan fundamentos ciertos. Los fundamentos ciertos se dan con el estudio serio, y sobre todo sincero. Sin esto último se cae todo la anterior.
Si no te motiva leer, reflexionar y discernir sobre temas existenciales, sobre la trascendencia de la vida. De tu vida. (temas que hoy en día no suelen motivar por estar fuera de moda y actualidad). Si no te motiva estudiar –-analizar, comparar, relacionar- la “verdades” y “mentiras” que se fueron entretejiendo en la trasmisión de la cultura. Si no te motiva, porque no “sentís” nada, ningún interés, significa que estás como muerto en vida, (solo los muertos no sienten, aunque en lo espiritual siempre se puede “resucitar”).

Me dirás: Pero...si no me atrae?...si no me gusta? ¿Porque me tiene que gustar? ¿Porque me tiene que interesar? Porque no tiene porque, a todos gustarnos las mismas cosas...
Te diría, que esos cuestionamientos que contienen una posición tomada, carecen de validez, sencillamente porque no pasa por los gustos, aunque admito que influyen notablemente, te digo porque:

Según entiendo y observo:

Los gustos personales hay que dejarlos para todas aquellas elecciones “pasajeras” o “temporales” en las que no entra en juego nuestra profunda y feliz existencia, como son las variadísimas y abundantes elecciones que a diario hacemos de las cosas: puede ser el tipo de corte de cabello, un tatuaje determinado, o ningún tatuaje, el gusto por un tipo de mujer o de varón para formar pareja, el gusto por el estudio determinado de una materia o profesión, o un trabajo del que nos gustaría vivir, o el lugar y forma de tomarnos vacaciones, si tal película o género musical, tal o cual estilo de pintura, o decoración, etc. etc. Pero llevar los gustos personales también al terreno de lo esencial me parece un despropósito que ralla en locura, cosa que abunda en la cultura de lo suelto, como llamo yo a esta cultura, una cultura donde nada esta sujeto a nada porque todo tiene que ser libre y de acuerdo a los gustos personales de cada uno.

Síntesis:

En aquellas cosas en las que está en juego -y comprometemos- nuestra vida entera, y la de los demás, no se puede tomar en serio el argumento de que el gusto personal es lo que a de primar en todo, porque éste queda enormemente corto y no sirve ni de escusa para justificar lo injustificable.
Y la relación del mundo con nuestro propio mundo personal y la búsqueda de falsas necesidades de los dos es evidente, porque aunque no nos creamos influyentes y nos creamos insignificantes en el inmenso océano de los anónimos, la realidad es que con nuestras particularidades, conformamos esta humanidad con la que a veces no nos queremos identificar.

19 febrero 2010

PROPOSITO

Veo que puede ser muy útil para reflejar mejor el pensamiento, agregar después de cada texto el punto de vista que más se le opone, y concluir con una síntesis, para que pueda resultar más clara la interpretación.

12 febrero 2010

JUSTIFICACIONES

Según entiendo y observo:

Se argumenta que el fin justifica los medios
De acuerdo a éste principio se puede hacer el mal si es para un fin bueno

Las cosas malas en si misma son absolutamente malas, no contienen en si mismas nada de bien. Y no existe ningún uso debido.
Hay cosas que son malas en si mismas y otras que son buenas y se hacen malas con el uso indebido
Las cosas malas pueden beneficiar pero eso no las convierten en buenas, ningún mal se convierte en bien.
Se argumenta también que el fin justifica los medios pero solo algunas veces
Porque no hay regla sin excepción, pero el cumplimiento de esta regla tampoco convierte el mal en bien.

Cuando solo cabe la elección entre dos males, por imposibilidad real de elegir un bien, Se “puede” hacer el mal menor porque es “mejor” que
eligir el mal mayor. Pero las palabras “poder” y “mejor” no es sustituible por conveniencia por sustituirlas por “deber” y “bueno” . En éste caso entraría la justificación –injustificada- que puede ser un “deber“ hacer el mal menor para evitar mal mayor menos, o que es “bueno” hacer un mal menor para evitar un mal mayor.
Ante “un mal” concreto que es aceptado como un bien por la gran mayoría de la sociedad no es razonable nunca aconsejar o aceptar seguir haciendo “ese mal” porque sea vea como imposible revertir lo que equivocadamente se ha impuesto en la sociedad.

Según entiendo y observo, de ninguna manera el fin justifica los medios.
ASTUCIA

Cuando pienso en la historia de la humanidad y el curso que tomó la cultura de los últimos tres siglos, no puedo evitar admirar la astucia de los teóricos liberales que la gestaron.
Verdaderamente eran sumamente inteligentes. Me admiro de ver como polarizaron la cultura y como llevaron a la humanidad casi de las narices -y otros órganos más vitales y vulnerables- hacia donde ellos quisieron.
Como pusieron de un lado a los “modernos” que por supuesto eran ellos, y los “antiguos” en la vereda de enfrente. Para esto el sistema o método adoptado me parece genial –diabólicamente genial, su principal mentor- y altamente seductor: Despreciar todo lo antiguo y adorar o endiosar todo lo nuevo. De esta manera con el correr de los tiempos y el machaque constante, lograron hacer creer con convencimiento  absoluto a la humanidad actual,  que todo lo antiguo es automática y necesariamente viejo, pasado de moda. Y quien sostiene “aquellas” “viejas” ideas un ser anticuado, un retrogrado o cualquier descalificativo,  todo para que todos piensen como ellos.

Curiosa forma de luchar contra los absolutismos del pasado y respetar el "libre pensamiento".
ARMONIA

No puedo evitar hacer introspección sobre lo que escribo, porque lo que menos quiero es hacer el mal aunque mí intención sea lo contrario. No me preocupa en exceso porque como te dije otras veces mí llegada no es mucha. Mí preocupación viene a cuento porque sé que cada uno toma las cosas según su propia psicología, y toma inevitablemente –aunque no obligadamente- aquellas cosas que coinciden con su temperamento con más acogimiento que aquellas que van en contra de el.
Como contrapartida del post de ayer, donde no intento hacer apología de la violencia verbal al decir que es necesario hablar sin pelos en la lengua, porque decir la verdad cruda no significa habar con dureza, ni destempladamente.

Según entiendo y observo, Siempre nos equivocamos cuando pensamos, hablamos o escuchamos en términos absolutos. No siempre “debemos” hablar con crudeza, no siempre hay que ser firme en una decisión tomada. Aunque si es bueno ser absolutos en algunas cosas, muy pocas: siempre hay que apostar por el amor, siempre por la comprensión, y hay que considerar siempre el ámbito, circunstancias y personalidad del quien recibe las palabras. En la medida de lo posible, obvio.

Debería comenzar, a partir de esta auto observación -y voy a tratar- de no dejar ni un solo post sin su debida contrapartida, para que no quede mas clara la idea, y además para que no quede ninguna duda que omitir no es desconocer ni dejar de reconocer que existe, después de todo...como dice el refrán “no solo hay que ser decente sino hay que demostrarlo”.

La armonía en la práctica solo se da con el equilibrio entre opuestos.

11 febrero 2010

SOBERBIA

Este post es bastante autorreferencial, desde ya pido disculpas por habar de mi.

Según entiendo y observo:

En un mundo prejuicioso no cabe otra que hombre susceptibles. Y una realidad así para mí hay que cambiarla.

Me da la impresión que los hombres de hoy tenemos mucho miedo a que nos juzguen, especialmente que nos juzguen de soberbios y arrogantes. Por eso nos mostramos casi siempre tolerantes. Parece que actuamos por amor pero en realidad creo que es más por miedo, o amor a nosotros mismos, que no queremos ser maltratados. Por eso, no somos capaces de levantar la vos -no estoy hablando de gritar- para decir lo que pensamos sin pelos en la lengua.
Cuando se habla con crudeza, que no es lo mismo para mí que con “dureza”, muchos pueden “escandalizarse” por la falta de sentimientos del que así habla. Pero, me parece que la cosas hay que decirlas como son, sin adornarlas, para que alguna vez nos caiga la ficha. Nos manejamos generalmente con tanta delicadeza... hablamos tan suavemente... somos tan tolerantes...(siempre que no sea en casa con los que nos conocen bien).
Yo tengo muchos amigos y conocidos, gente que me conoce -parcialmente claro- y tengo hijos de la sangre, he hijos y padres espirituales. Todos entran entre los que critico.
Incluso entro yo, no se si en primer lugar –no me voy a hacer el humilde- pero que entro en muchos aspectos, seguro! Sin embargo, a todos les tengo un gran aprecio, y a mis hijos los amo con locura, y no los ataco ni los atacaría nunca. Pero hago una distinción entre las personas y sus ideas. Por eso, no tengo reparos en atacar las malas ideas, aquellas que hacen mal a todos, y hace mal en primer lugar a quien las sostiene y vive su vida en relación a ellas. Ideas que se incorporan sin saber de donde vienen y quien está detrás, sin saber que la hemos incorporado absorbiéndolas incluso inconscientemente, y por no discernir convenientemente.
Acepto si pensaras: ¿y quien se cree que es?, te diría que no lo se con certeza, lo que yo creo de mí y lo que soy no coincide mucho. Por eso solo trato de ser lo que creo que debo ser, porque al pensar en lo que “debo” me salta la ficha viendo lo que “soy”, y que Dios me juzgue, creo que lo hará con clemencia, no por lo que soy sino por lo que Es, porque de lo único que estoy totalmente seguro es que compruebo que me equivoco con frecuencia y seguramente con más frecuencia de lo que creo.

Continúo, cuando escribo no pienso que les cabe a ninguno de mis amigos, ni a ninguno de mis conocidos, ni a mis hijos, aunque de hecho se que si. Cuando escribo pienso genéricamente en aquellas personas que en realidad no lo son, son apenas pobres individuos, que dejándose llevar por sus padecimientos ocultos, por sus crónicas o adquiridas enfermedades psíquicas, difunden ideas para corromper, porque son corruptos, y quieren ver a todos de su misma condición. Además para quedarse con lo mejor de cada uno. Su dinero, poder y dignidad. Hombres codiciosos que en su soberbia y arrogancia más espantosa se muestran incluso como los humildes y tolerantes servidores de la paz mundial.

10 febrero 2010

DOGMAS

Pensando en los dogmas religiosos y el rechazo natural que solemos tener a toda imposición, me vino a la cabeza unas preguntas, (la última incluye respuesta).

¿Porque nadie ataca de la misma manera, es decir “escandalizándose” del “dogma” orientalista de la reencarnación de las almas?  o el “doma” del vegetarianismo?  O el “dogma” liberal marxista leninistas tosquitas etc. de la lucha violenta y permanente de clases?

Aclaro:  No digo que no existan ataques, digo que no son hechos de la misma manera, son ataques -si los hay- “tolerantes”

¿Será por el “dogma” liberal de la aprobación a cualquier tipo de creencia siempre que éste reservada a la propia intimidad, y no molesten con el tema de la verdad?

Por lo visto, hay mucho más "dogmas" humanos que dogmas religiosos, que dicen venir de Dios.
MENTIRA

Según entiendo y observo:

No es lo “opuesto” sino lo “contrario” a la verdad lo que afecta o anula, todo contrario a la verdad es mentira. Aunque estrictamente hablando solo sea mentira cuando hay intención conciente de decir algo en contra de la verdad.

Un sector de la humanidad a mantenido a través del tiempo dos posiciones o creencias contrarias a la verdad, y contrarias entre ellas: la superstición y el escepticismo ateo.
Estas creencias son prehistóricas, ya que era propio de los rudimentarios de los primeros tiempos de la humanidad. Hoy a pesar de las teorías que las justifican siguen teniendo la misma falta de sustento de entonces, nada más...argumentadas.

Pero de las dos la creencia más contraía a la verdad es el ateismo, aunque menos rudimentaria que las creencias supersticiosas, pero conservan bastante su origen. Porque
aunque parecen más elevadas e inteligentes (no olvidemos que muchos filósofos han dedicado su vida a encontrarle fundamento) no dejan se ser rudimentarias en su esencia, (aunque la mona aunque se vista de seda....) Porque, conocedoras o no, se manejan como aquel ser prehistórico que al atravesar un campo no distinguía quizás entre plantas y flores de yuyos ordinarios y pasaba por encima de todo, aplastándolo todo con la misma displicencia. Verdades religiosas, verdades morales naturales, seudo verdades religiosas, seudo verdades supersticiosas como si fueran lo mismo: pura obra literaria, mitológica, o burguesa.
ARMONIA

Según entiendo y observo;

Una obra de arte es tal cuando esta en la “verdad”, estar en la “verdad” no debe interpretarse como ser o creerse dueño, sino acorde a ella. La verdad esta relacionada con el bien, en el caso del arte con la belleza. La belleza del bien, el bien de la belleza.
Lo más alejado de la verdad después de la mentira, es la desarmonía. Que es una forma de mentira. La armonía se da en el equilibrio entre opuestos. Los opuestos son valores complementarios, no contrarios. Los contrarios no son valores, no valen nada, pero no son indiferentes a la verdad porque realizan su labor destructora de armonías. Por ejemplo:
La verdad nos dice que la exigencia, el deber, la obligación, el sometimiento a una norma o regla, es buena porque nos permite crecer. Nos dice que al ajustarnos a algo externo a nosotros mismos evitamos caer en caprichos, en deseos insustanciales, en el veletismo de cambiar de posición según corren los vientos, de convertirnos en una especie de flanes ambulantes. Pero la verdad también nos dice que no es verdad cuando faltan los opuestos: tolerancia, comprensión de las propias capacidades de cada uno, cariño, buenos sentimientos... una valores sin opuestos se desequilibran y la exigencia pasa a ser rigidez, y nada más alejado de la verdad, del bien y la belleza que la dureza, como en el arte la falta de ritmo y soltura.

A verdad no hace libres porque es armonía, pero es verdad si es integral, con opuestos incluidos. La verdad es una obra de arte, y una obra de arte necesita soltura, ritmo, espontaneidad, vibración expresiva, la manifestación de los sentimientos mas íntimos, sin estos condimentos carecería de vida. Pero sin estructura, sin reglas, ni normas que la sustenten, una obra donde nada dependa de nada, todo esté suelto, sin conexión ni intereses mutuos, no seria obra de arte, carecería de unidad, seria quizás una obra muy expresiva, incluso interesante, pero no arte.

En lo que respecta a la verdad y su puesta en duda, la humanidad ha pasado de respirar y vivir en un ambiente rígido, regido por reglas de comportamiento, de moral, en el que el deber era todo, donde apenas se tenían en cuenta los sentimientos, un sometimiento a rajatabla, inflexible, en el que se vivía con un corsé casi asfixiante a un ambiente ligero, en el que nada esta sujeto a nada, donde la regla y la norma, lo “normal”, es mala palabra, donde nadie exige nada a nadie, en un ambiente así nos morimos por exceso. O nos matamos unos a otros. O por lo menos nos lastimamos.

09 febrero 2010

CAPRICHOS

Todos debemos tener experiencia de los primeros días de jardín de infantes. Cuanto sufre la mamá al ver el desprendimiento al que debe someter a su hijito, aunque sabe, y le reconforta la idea, de que pueda gracias a eso crecer y aprender a vivir su libertad.

Sin embargo, que poco lo entendemos siendo adultos cuando lo debemos aplicar a nosotros mismos, y desprendernos de nuestros apegos insustanciales que no sirven y nos limitan el crecimiento y la libertad.

Los papás están para “obligarnos” sino, no crecemos, pero cuando ya no nos pueden obligar no es para que vivamos una libertad “liviana” porque nos esclavizarnos aún más a nuestros propios caprichos ya no tan infantiles, porque pueden hacer mucho daño.

Este ejemplo -del “sometimiento” infantil a la “obligación” de adaptarse a la nueva realidad del jardín-, nos introduce en tres temas esenciales para la vida:

la importancia de asumir las propias responsabilidades,
la importancia de vivir feliz en la obediencia
la importancia de conocer nuestra psicología y temperamento.

Me detengo, para ir terminando, en el último punto: cada persona interpreta la realidad y las palabras según su psicología y temperamento. Me parece que, quien ve en el sometimiento a las obligaciones impuestas por otros un acto de intolerancia, es precisamente -y paradójicamente- un ser intolerante, porque no tiene otra forma de ver la realidad.

El “sometimiento” a una “obligación” que nos viene de afuera de nosotros mismos, un deber o norma, no tiene porque verse necesariamente como una imposición intolerante. Si puede ser imposición, pero no necesariamente deba ser intolerante. Ya que, como en el caso del ejemplo, depende de la mamá que someta a su hijo con amor y gradualmente, con tolerancia; o que lo haga con total brutalidad.

08 febrero 2010

DESPRENDIMIENTO

Según entiendo y observo:

La búsqueda de felicidad le da sentido a la vida, y la libertad la hace posible.
En la balanza de la vida, la libertad está en el platillo opuesto al del desprendimiento. A medida que nos desprendemos de lo que nos ata vamos quitando peso a la existencia e inclinando la balanza hacia la liberación. Pero por lo visto, siendo la misma, toda acción de desprenderse, muy distintas consecuencias trae, según el objeto u objetos de los cuales uno se desprende. Si la libertad se entiende reducidamente, o sea, solo bajo el aspecto de liberase de ataduras externas y circunstanciales, esa liberación es imposible, puesto que son incesantes e infinitas las circunstancias en las que la vida nos coloca. Además, sumamente agotadora y desesperanzadora, porque esa liberación es como el espejismo de una realidad que nunca llega. En cambio, si el desprendimiento es sobre aquellas cosas que si podemos abarcar, y dominar, el éxito es posible. El desprendimiento de nuestras propias ataduras interiores.

La primera cadena a romper seria la psicológica. Y es la razón, con colaboración de la voluntad, (sin voluntad no se puede llegar a nada) la que debe desprenderse de la psicología.
La psicología nos tiende trampas continuamente, -estoy hablando de personas relativamente normales, los que sufren trastornos y perturbaciones es muchísimo más acentuado- nos tiende trampas haciéndonos creer que hay cosas que tienen un valor imprescindible y sin embargo no valen lo que aparentan, y por otro lado hace que le demos escaso valor o ningún valor a otras que si lo tienen, y son de capital importancia  El caso típico más absurdo, es el espejismo que vive la persona de setenta u ochenta años que sigue acumulando poder y dinero cuando en cualquier momento lo tiene que dejar todo. La psicología funciona así porque está pegada a lo corporal y como es sensible quiere darle a su “pareja” las mayores satisfacciones. Y nos tiende trampas continuamente para evitar lo que nos cuesta e inclinarnos a lo fácil y placentero.  Nos insinúa íntimamente: “no te compliques!! no pienses más! vivi la vida como viene!!  “distraete!” “difrutá de la vida!!  “Nooooo!!, que estás pensando??  –nos dice- ¿sabes el trabajo que te va a costar?”  “date un gusto!!”,  que tiene de malo... una satisfacción!  Y quizás, eso que nos da satisfacción hace mal a alguien, quizás nos hace mal a rostros mismos, pero si no pensamos...no nos enteramos... Y si nos viene a la cabeza,  nuestra psicilogía tiene más y más justificaciones para convencernos... y nos gusta escucharle... porque nos gusta la excitación que nos provoca, será la famosa adrenalina?. Yo diría nuestras cadenas!! Y así vivimos, esperando una libertad que nunca llega y desilusionándonos, comprobando que no es más que un espejismo.

Hay algo que debería ser de sentido común: “que lo que vale cuesta”
¿Crees sinceramente que a la felicidad se llega tan fácil como,  con una libertad que evita todo compromiso, porque lo único que vale es la satisfacción de un comodo vivir?
INTERPRETACION


El hombre no puede desprenderse completamente de si mismo, esto significa que no puede desprenderse -entre muchas otras cosas- de su psicología. De todo lo que conoce por medio de la razón hace su propia interpretación, por eso cada uno interpreta la realidad a su manera. La “verdad” significa una “buena interpretación”. 
La verdad es reconocida por su belleza y armonía en todos sus aspectos y hay opuestos sin contradicción, porque es obra perfecta, como una pieza musical. 
Pero hay hombres, incluso músicos, que pueden llegar a interpretar el “Himno a la Alegría” de Beethoven como el “himno a la tristeza”, da pena.




06 febrero 2010

JUSTICIA

Es de justicia decirle a un amigo que “esa“ persona con la que se está haciendo amigo es un embustero que se hace de amistades para ganar su confianza y después robarles. Es de justicia porque es advertirle de un remoto mal.
Si yo advierto sobre los embustes de una cultura estoy haciendo un bien para que haya menos incautos, pero seria un bien mayor si se enteraran y me creyeran. Pero, si lo que pienso y digo no es verdad, el mal que no es real por la cultura, comienza a ser un mal real “por” mí. Y un mal real y objetivo “para” mí, (aunque sea solo sea subjetivo) porque estaría viviendo en el error y todos mí pensamiento estaría construido sobre una mentira.

Pero si lo que digo es verdad, los que construyen su vida en base a esta cultura estarían construyen su vida en base a una mentira, aunque no lo tomen como tal. Ya que “mentira” es algo que no es verdad, aunque “mentir” solo es algo que se dice sabiendo que lo es.
Si no son concientes del mal, el mal está igual, porque no depende de cuanto lo crean o dejen de creer sino de la realidad. En éste caso, el mal es mayor, porque serian más los incautos que caigan en las redes del engaño.
Si yo creo conocer la verdad y no la digo, por miedo a ser juzgado de “ser superior” “omnisciente” o “dueño de la verdad” estaría siendo cómplice del engaño y de la superficialidad del que así juzga, porque, conocer la verdad no significa conocerla completamente y sin error. sino tan solo como un mortal puede conocer, muy imperfectamente. Pero conocer la verdad imperfectamente, y parcialmente, no es vivir en la mentira, sino en una verdad relativa.

La verdad relativa no lo es porque dependa de nuestras subjetividades, o sea de que lo que cada uno crea a su antojo, sino de la realidad objetiva y absoluta aunque no la podamos naturalmente abarcar.


04 febrero 2010

DECENCIA

Ya que estoy hablando de mundos paralelos, sigo un poco más con lo que esta palabra “mundo” me sugiere:

Cuantos mundos entran en el mundo!!
Como vamos a entendernos si se habla en cada uno en distinto “idioma”. Y a la medida del pequeño mundo, empequeñecido aún más por nuestra visón sectaria. Que abismo entre los mundos!! El mundo adolescente del mundo de los ancianos, el mundo de los padres y el mundo de los hijos, el mundo de los que trabajan y el mundo de los que viven de los que trabajan, aunque también trabajen....el mundo de la decencia del mundo de la indecencia.
El mundo de la de...cen...cia...del mundo de la in...de...sen...cia.  Decencia... Indecencia... Que dos mundos!!...tan distintos y tan pegados... tan paralelos y tan perpendiculares, mundos alejadísimos y tan cercanos. Dos mundos que se repelen y no pueden separarse, porque el segundo vive del primero y el primero vive en el segundo. Y el segundo vive de la simulación y la mentira y el primero no puede desprenderse de la atracción del exito material del segundo.
Así fue siempre y simple lo será, tendríamos que dejar de ser seres humanos. Pero no necesariamente deba ser en la misma medida que hoy se vive. Hoy el mundo de la indecencia se ha sobredimensionado, y como el lugar que ocupan es el mismo no cabe otro resultado que el repliegue del mundo de la decencia. Pero nada en la vida es por casualidad y todo tiene explicación, otra cosa es que no la encontremos.

Según entiendo y observo:

El sobre dimensionamiento de la indecencia o el reduccionismo de la decencia se debe a dos causas esenciales, una de ellas es que hace tres siglos se viene insistiendo y fomentando socialmente el despacio a lo que constituye el campo de la decencia auténtica,  aquella que llevó muchos y muchos siglos descubrirla, y solo tres para perderla,  por poner en su lugar una nueva moral. Moral relativa.
Los términos que representan esa decencia “antigua”- según los autodenominados modernos- fueron vapuleados hasta crear la conciencia general de que fueron la causa de los males del mundo.

Términos despreciables según la nueva moral:

Moral antigua
Moral religiosa
Pudor
Culpa
Vergüenza
Dios
Religión
Compromiso
Sacrificio
Obediencia
Rectitud
Corrección
Fidelidad
Pecado
Disciplina
Virginidad
Continencia
Castidad
Humildad
Trabajo
Trabajo domestico de la mujer
Educación de los hijos en la moral “antigua”
Institución matrimonial
Institución religiosa

Honra a Dios
Honra a los padres
Honra a los maestros
Honra a los ancianos
Honra a la autoridad

Todos estos términos, fueron entendidos por los ideólogos de la nueva moral, y así estimulado en la sociedad como parte de una superestructura de fuerzas opresoras. Paradójicamente, cosa curiosa, presente en la organización mundial de estos últimos tres siglos.

¿Como se llega a lograr que toda la humanidad en general desprecie estos términos hasta el puto que provoque indignación, risa, burla o rechazo sistemático?

Muy sencillo: hablando mal de ellos, tergiversando su contenido, diciendo de cada uno su aspecto negativo, marcando los “error prácticos personales de interpretación”, y "ocultando" lo que tiene de bueno y positivo.  Pero, después de todo no actúan más que según los dictados de lo esencial de la nueva moral relativa: “el fin justifica los medios” y si hay que mentir para lograr un fin bienvenido sea.

Por quienes? Por los hombres del poder que con el dinero compran todo lo que pueden.
Quizás esté prejuzgándolos, pero, es muy difícil de entender, por lo menos para mí, la acumulación de poder sin avaricia, y la avaricia sin codicia. Es muy difícil de entender que en un mundo de gente codiciosa, “su mundo”, dueña del poder económico no sea haga dueña de los medios de comunicación y dueño de las políticas, incluso de los políticos. Y los políticos, de las políticas de educación. Y que mejor que una sociedad conformada en el desprecio de una moral definida... que mejor que una moral turbia, difusa, relativa? ¿Que mejor que una sociedad confundida y que cree que el bien es mal y el mal bien? Lo dice el refrán: “a río revuelto ganancia de pescadores”

Pero aquí falta todavía, la otra parte, la otra causa, no le hechos toda la culpa al otro! A los de arriba!

Todo esto ocurriría en mucho menor medida, incluso podría ser a la inversa, que el bien supere al mal si durante estos tres siglos no hubiésemos sido cómplices por acción u omisión del mundo de la indecencia, por nuestras superficialidades y continuas avaricias diarias, en proporción a nuestra capacidad de poder.
GLORIA

Una persona puede escribir buscando su propia gloria, vanagloria, triste gloria si es así. Por lo que escribo mí mayor gloria seria no ser leído por nadie y morir en la total indiferencia, o mejor aún –aunque mucho más doloroso, y no deseo- la humillación y la condena por parte de los hombres, mis hermanos.
CORREGIR

Según entiendo y observo:

Porque para mí es tan importante corregir los errores ajenos, porque los errores llevan a los horrores. Pero sin dejar de observar que la cualidad que no debe faltar en quien se decide a corregir, es la de estar dispuesto “primero” a corregirse a si mismo, considerando todas las sugerencias ajenas con respecto a la propia conducta, para cambiar lo que se deba cambiar, sin encariñarnos con nuestros errores. Incluso, estar dispuesto a equivocarse al corregir y reconocerlo.
Es tan malo dudar de la verdad objetiva porque vivimos en un mundo de subjetividades, como aferrarse a una verdad que creemos objetiva y no lo es. Existe la verdad objetiva aunque ésta esté presente en un mar de subjetividades.

Mas pronto que a corregir debe estar el corregirse, quien no esta dispuesto a corregirse más vale que no corrija. Pero no argumentemos tolerancia a los demás cuando lo que en realidad no queremos es que los demás no corrijan a nosotros. No corregir a nadie aduciendo sufrir los mismos padecimientos o porque se es de la misma condición es tan absurdo como pretender que un medico cardiólogo deje de curar porque sufre del corazón. Una persona puede corregir a los demás porque se cree superior o porque es consciente de su propia realidad, que si no le advierten ciertas cosas jamás se daría cuenta.

La simpleza no es simplicidad, es superficialidad.

03 febrero 2010

COHIBIRSE

Como te decía en un post anterior, que el mundo prejuicioso no soporta que le digan que está equivocado, y que tiene algunas etiquetas para endosarle a quien se atreve a intentar corregirlo. Hay una que omití  que es muy efectiva y sin ninguna duda se usa mucho, la de acusar diciendo que quien critica se cree un “ser superior”.

El método de defenderse atacando es más viejo que la humedad, (el mundo prejuiciosos siempre toma como acusaciones las correcciones) se ataca al "acusador" con la etiqueta de creerse un “ser superior” o “necio”.  Esto, evidentemente cohíbe, porque nadie quiere pasar por la vida como un ser soberbio y arrogante, ya que todos sabemos que superior al hombre solo es Dios (y el demonio), salvo que sea escéptico, en ese caso no viendo a Dios puede llegar a creerse él, un ser superior, pero aún así, a nadie le gusta pasar por soberbio.

Esta etiqueta por lo visto es muy efectiva de modo que el mundo prejuicioso guarda continuamente a silencio. Aquel que levanta la voz lo pensará dos veces en el futuro antes de abrir la boca. Se pondrá seguramente muchas excusas, que hay que ser comprensivos, tolerantes, que no hay que ser tajantes, que la verdad hay que decirla en forma atractiva, etc. etc. (lastima que la verdad nunca es atractiva para el verdadero necio).

Pero la realidad, es que no somos ni más ni menos de lo que se nos acusa, ni más ni menos que los acusadores, y los elogios o reproches no nos hacen mejores ni peores de lo que verdaderamente somos. Somos lo que somos, no lo que dicen que somos. Viendo la otra cara de la moneda, es sumamente importante tenerlos en cuenta, pero no para manejarnos externamente como veletas que van según corren los vientos, sino para discernir cuanto de verdad pueden contener, sin duda siempre contienen algo o mucho de verdad, sino creyéramos esto, nos estaríamos engañando sintiéndonos verdaderamente seres superiores. Pero de ninguna manera, podemos tomarlos como juicios infalibles que nos hagan retroceder automáticamente. De ser así estaríamos demostrándonos que somos buenos hijos de éste mundo prejuicioso, ya que lo que nos importa en definitiva es “no pasar por”, en lugar de “no ser como”. Dejaríamos de corregir pero interiormente seguimos siendo lo mismo.

Nadie me puede reprochar que no digo lo que pienso, lo que no se todavía si me conviene decir todo lo que pienso, porque, recordando un antiguo proverbio, que no recuerdo textualmente saco esta idea: Quien corrige a un sabio, el sabio quizás aprenda algo de él, pero el que corrige a un necio el necio se las verá con el.

A nadie nos gusta que nos corrijan, pero la acción de corregir no tiene porque verse como acusación, puede ser perfectamente “propuesta”. Ante una corrección externa el sabio se repone de su molestia inicial, considera y aprende, o no. Pero el necio siempre rechaza sin considerar y sin consideración hacia el que intenta corregirle, castigándolo con todo el peso que su capacidad le permita, mejor dicho, con todo el peso de su incapacidad.

02 febrero 2010

MUNDO

Según entiendo y observo:

En el mundo hay muchos mundos, pero todos los mundos son, de una manera o de otra, hijos del mundo, y cada hombre en su mundo es también hijo del mundo que le toca vivir. Y, lo admitamos o no, los hijos siempre se parecen a sus padres.
El mundo de hoy es un mundo muy prejuicioso, hecho al molde del liberalismo. Un mundo que lo tolera todo, menos que alguien le venga a decir que esta equivocado. Un mundo soberbio de si mismo, creído, endiosado, un mundo sin Dios porque se colocó él en su lugar.

Perdóname que agregue algo que quizás es obvio, (ya dije otras veces que no me gusta pasar por encima de lo obvio, nada doy por sabido).
El mundo del materialmente pobre es muy distinto del mundo del materialmente rico. El mundo del asalariado es distinto del que es independiente y lleva un buen pasar. El mundo de un niño negro de Sudáfrica con un rubio pudiente de Alemania. El mundo de los hombres de poder o de los súper poderes económicos internaciones con el mundo del que solo tiene el poder de levantarse a la mañana. No hace falta más ejemplos.

De todos estos mundos no le cabe en la misma proporción y medida mis palabras. Es el mundo del poder económico, político y de comunicación social el que más habla de tolerancia y menos toleran posiciones filosóficas contraías a su postura, seguramente porque comprometen su conducta, que rechazan con toda la fuerza de lo que son capaces y vaya que son capaces cuando se proponen destruir.

En éste maravilloso mundo unos pueden jugar limpio, otos jugar sucio, pero la cancha embarrada la sufrimos todos.
TOLERANCIA LIBERAL

Según entiendo y observo:

El liberalismo es mucho más que una posición política, es mucho más que un modelo económico, Es una filosofía de vida que ha empapado la cultura moderna hasta el punto de no permitir disensos profundos. Todas las filosofías a partir de él, se diferencian solo en cosas accidentales. En la base de la filosofía liberal encontramos un principio de negación, por eso por más que se insista en lo positivo nuestra cultura adolece de una visión oscura, porque no encuentra el fin último del para que se vive, su fundamento esencial es escéptico.

Nació con la negación de una filosofía de vida religiosa, (si sos prejuicioso te pido por favor que superes la tentación de dejar de leer y continúes leyendo)
pero no toda religión, concretamente la Cristiana que predicaba la Iglesia Católica, después del liberalismo vinieron otras religiones Cristianas y no Cristianas pero todas estas ya amoldadas al liberalismo. Y antes del Cristianismo existían solo religiones con fundamentos solo naturales, pero tanto con aquellas que han perdurado en el tiempo como las nuevas religiones no hay problemas de convivencia para el bien del liberalismo, la toleraran porque no niegan el principio de negación, dicho de de otro modo aceptan de alguna manera el relativismo ético y moral.

La negación, o sea el escepticismo ante las verdades de fe proclamadas por la Iglesia Católica provocó la actitud recelosa de intolerancia hacia ella, no podían soportar la imposición de unas verdades que podían –porque no- poner en duda. Pero la nueva propuesta filosófica, que prometía dar un signo positivo a la humanidad, no podía mostrar intolerancia, por lo tanto con una muy astuta vuelta de tuerca dieron en el blanco convenciendo que el liberalismo venia a proponer la tolerancia absoluta a la libertad de elegir la forma de vida que cada uno quiera independiente de toda autoridad moral externa al mismo individuo.
reservándose el derecho de intolerancia para esos casos extremos.

Pero el liberalismo debía solucionar todavía un problema, los principios morales que determinan el bien y el mal no pueden borrarse así como así de la naturaleza humana, y al no aceptar verdades y normas morales permanentes sustituyeron las mismas por verdades relativas y circunstanciales: las normas legales.
De esta manera al no existir en la práctica norma moral alguna, solo normas legales, el bien y el mal pasa por lo que la ley aprueba o desaprueba y queda al advirtió de lo que cada uno piensa. Y de la suma de individualidades por el voto o consenso, el bien y el mal es solo un tema de mayorías, que determinan lo que está bien y mal.

Es verdad que mucha intolerancia generó en el pasado la defensa de la verdad y la moral, y es verdad también que muchos abusos y crimen se cometieron en su nombre, pero no es menos verdad que de intolerancias el mundo moderno se puede dar la mano con el pasado.
Las leyes, ordenamiento necesario para la convivencia no puede nunca funcionar bien cuando esta ajena al carácter moral de las acciones humanas, a la que todos debemos aceptar primero para comprometernos después. Las normas morales universales permaneces no cambian, la ley la podemos cambiar cuando nos conviene.

01 febrero 2010

PREJUICIOS

En un mundo prejuicioso, cada individuo antes de hablar mira a su alrededor para ver que dice la mayoría porque tiene miedo de no se aceptado, cuando habla y no sabe que opina la mayoría puede correr el riesgo de equivocarse y si se equivoca porque la mayoria determina lo que debe ser,  enseguida debe retractarse. Si no lo hace, el mundo prejuicioso cae sobre él para etiquetarlo y ponerlo en el freezer.

¿Cuantas etiquetas tiene el mundo prejuicioso? no muchas, porque unos se copian de otros y cada uno dice más o menos lo mismo que todos, repitiendo las mismas palabras.  A saber:

Conservador,  Fascista,  Nazi,  Discriminador,   Intolerante,   Fundamentalista,  Oligarca,  Anticuado, Anacrónico,   Retrogrado,   Antidemocrático...

Un mundo así carecería de libertad, seria ampliamente discriminatorio con las minorías y no democrático con ellas,  aunque si con los que piensan todos igual.



PERFECCIONAMIENTO

Según entiendo y observo:

El perfeccionismo no es una virtud, es un defecto, es el de no permitir o no permitirse equivocarse u olvidarse. Es tomar las imperfecciones propias y ajenas a la tremenda. Este perfeccionamiento deformado entorpece tanto las relaciones humanas como la misma superficialidad.

Esto no significa ceder a lo imperfecto, y que nos de lo mismo una cosa bien hecha de una más o menos, la chapucería jamás será una virtud.
Para esto hay algo que no debería faltar nunca al mirar. El conocimiento de las propias falencias y limitaciones para juzgar con mayor comprensión y una calida actitud de perdón.
OBEDIENCIA

Según entiendo y observo:

La obediencia, se ve en la cultura actual como algo malo, como una obligación absoluta determinada por una imposición externa.
Pero, para mí, la obediencia tiene muchos matices que la harían atractiva de tenerse en cuanta y sería de mucho bien para la sociedad.
Como primer cosa, -si no condenas mis primeras palabras con tus prejuicios en caso que los tengas en esta materia y no me condenás por facho y esperás a que pueda darte mí punto de vista leyendo hasta el final- te querría dar mí punto de vista, que no suele esgrimirse comúnmente:

La obediencia es una virtud maravillosa, es una de las tantas forma de respeto, de reconocimiento, que no tiene nada que ver con el servilismo ciego o miedoso a una autoridad, que no tiene porque verse como autoritaria, como si fueran la misma cosa.

En la cultura que vivimos, es tal la distorsión que solo nos quedamos con lo negativo de cada virtud. Es paradójico que esto ocurra en la cultura que se exalta continuamente el ser positivos. Será lo positivo de lo aparente, ya nos gusta tanto aparentar...
Es verdad que cumplir con lo mandado a secas. Sin el aceite reconfortante del amor y el respeto del que manda hacia el mandado es duro y desagradable. Provoca rebeldía y desconformidad. Pero la culpa no la tiene la virtud de la obediencia, sino las limitaciones personales de los que la aplican. Pero también hay que mirar las características de quien debe obedecer, no solo ver al que manda.

El espíritu de obediencia está en la disposición interior de cumplir con lo mandado, pero también con lo solicitado.

¿Me podrías hacer un favor? le dice el papá a su hijo adolescente: cunado te vayas a dormir, ¿podrías poner los teléfonos en la base? Si papá. A la mañana siguiente los teléfonos en cualquir parte. Se olvidó.

Por favor, hoy antes de las once, ya que vas para aquel lado ¿podrías devolver estas películas? Si papá. A otro día las películas quedaron sobre la mesa. Se olvidó.

Hijo, le dice la mamá, ¿me podrías regar todas las tardes estas plantitas de la ventana, en estas semanas que no voy a estar?
-Si mamá.
-Pero no te olvides eh?
-No mamá.
-Mirá que las cuido todo el año con tanto cariñ... -Siii mamaaá!! - Y el calor les hace ma... - Ya te dije que SI MAMA!
A los quince días de nuevo comprar plantitas. Se olvidó de regarlas todas las tardes. Solo se acordó algunas.

Mucha veces odiamos la obediencia porque la sentimos como imposición, pero ¿no será que en el fondo lo que queremos es hacer solo nuestra voluntad -o falta de voluntad- sin que nadie nos moleste?
Quizás nos gusta más que nos sugieran delicadamente solo para que no nos caiga la ficha y poder no cumplir lo que nos piden. ¿es olvido? ¿o despreocupación por los intereses del otro? ¿es olvido, o es egoísmo? ¿es egoismo solo, o falta de amor, en el fondo?
Esto para mi, es consecuencia entre otras cosas de una importante reducción en la interpretación de la libertad que se ha hecho culturalmente, y por reducida interpretación errónea consecuencia.  Una libertad que pareciera estar argumentada para justificar la irresponsabilidad, y con la lamentable consecuencia de no poder contar con quien se debería.
Mirando la otra cara de la moneda, o si se quiere el matiz, con respecto al incumplimiento de estos pequeños servicios familiares, no creo que haya que hacer drama por cosa de tan poca importancia, pero lo que si es verdad para mí, que denota un espíritu, el de no tomarse en serio ciertas cosas porque no parecen importantes, pero que en la suma son una montaña enorme de pequeñas dudas y desconfianzas sobre las respuestas que se esperan de los demás.