20 septiembre 2012

NUEVA CULTURA PARA NUEVOS CAMINOS

NUEVA CULTURA PARA NUEVOS CAMINOS

Los nuevos caminos se han de abrir con gente nueva, con ideas nuevas y espíritu nuevo. El problema es, quien los formará.

La historia de la humanidad nos enseña claramente, que los cambios profundos los a producido siempre la masa, pero nunca sin las elites detrás. Por eso las elites intelectuales ha estudiado la psicología de la masa para mejor conducirlas.
La respuesta de la historia nos demuestra que, cuando las elites son malas, no buscan conducirlas, sino manejarlas para salir individualmente beneficiados, mientras la masa por su propia condición se duerme en los laureles.
Desde que el mundo es mundo surgieron desde la masa los lideres naturales, el que no tiene ni condiciones ni espíritu de liderazgo siempre formara pare de la masa. Pero, no simplifiquemos tanto las cossa pensando que entre los lideres no hay masificados, o la masa están todos masificados.
Esta característica social nos acompañó y nos seguirá acompañado a lo largo de la historia por venir. Si es que tenemos mucho más por delante. Siempre hubo y habrá gobernantes y gobernados, como también oficialcitas y opositores en la masa.
De los lideres naturales hay de dos clases, los superficiales y los subterráneos, que son, estos últimos los que dirigen la orquesta, “ el gran concierto de las naciones” , los lideres superficiales, presidentes, ministros de gobierno, legisladores, jueces y periodistas son solo marionetas conscientes e inconscientes de aquellos, mientras hacen lo suyo, su negocio.
Claro que en la realidad, todo esta bastante más mezclado.

¿Que puede cambiar en un mundo donde nos nutrimos todos de la misma fuente podrida? ¿De que nos nutrimos? ¿De quien nos nutrimos? ¿Del discurso oficialismo? (no hablo deloficialismo de hoy) ¿Del discurso oposición? ¿De los que dicen los medios de comunicación? ¿De una mezcla de los dos? ¿De los hombres famosos de la “cultura”? ¿De que hombres estamos hablando? ¿Hay otra forma de ver la vida que no sea la que nos venden los famosos hombres de la cultura y la política? ¿Una cultura que nos permita ver otros horizontes? ¿Una forma de ver la vida, de sentirla y de vivirla distinta a la que nos muestran?

No hacemos nuevos caminos con solo caminar ¿que camino está recorriendo la humanidad y nuestro país en particular que volvemos a vivir las mismas cosas? Es poco probable que cambien las cosas los mismos que las hicieron, como tampoco que comience a cambiar y hacer las cosas bien, gente nueva formados por los mismos que las hicieron mal, el problema es muy grave, por eso no cambian las cosas. Es lo mismo que pretender que un enfermo incendiario venga después vestido de bombero.
Donde encontrar un político, un empresario, un dirigente sindical, un juez, entre los conocidos, que no estén emborrachados en esta cultura. La cultura del materialismo agresivo o disimulado, del sentimentalismo enervante y del oportunismo asqueroso. ¿Estaré tan ciego que no veo uno solo de estos famosos de la “farándula” que sea diferente? Tan en serio se han tomado lo de la “igualdad” que son todos lo mismo. Sospecho que no los hay, porque aquellos que asomaron diferencias les cortaron la cabeza,-simbólicamente, claro- como suelen hacer los del poder.

Esto es grave, muy grave, y no me importa que me crean pesimista, los que mantienen esta cultura degradante suelen ser tan optimistas!! Con un optimismo tan vendedor que nos tragamos sus mentiras como nenes de pecho.
Y sostengo que esto es muy grave, porque, ¿quien formará a las futuras generaciones? ¿Que dirigente saldrán del “pueblo” el día de mañana? ¿Que padre enseñará a sus hijos otra cosa si solo nos nutrido de la misma fuente podrida?

Antes hice mención a los lideres, ahora le toca el turno a la masa.

La masa es distinta, pero, por su característica es moldeable , es la que da el voto, la que hay que seducir, la que autoriza, la que deja hacer.
La masa es multiforme, inconexa. La masa, piensa como masa y actúa como masa, tiene su propia psicología.
La masa solo mira a los famosos, sin distinguir muy bien si lo vale como para imitar, la masa no tiene criterio propio, actúa por imitación, hace lo que ve en la mayoría, sigue la manada, se suma a lo que se usa y busca la moda, mira a los que tienen prensa porque convocan multitudes, escuchan a los que la prensa pone en primer plano, habla de lo que pasa hoy y se olvida fácilmente lo que pasó ayer, mira sin ver, no estudia, es de pensamiento vago, por eso se le escapa lo subyacente, es sentimental por eso se entusiasma con facilidad y se deprime con frecuencia.
A la masa le molesta la corrupción, pero la acepta hasta cierto punto, (hasta pareciera que la envidia, porque también gusta de ciertos privilegios cuando puede). La masa se indigna del robo para la corona, pero sospecha que haría lo mismo en las mismas circunstancias. La masa es quejosa y criticona. Es extremista, no ve las sutilezas, los matices, en un momento explota, acto seguido volver a su forma habitual. La masa es inoperante, epidérmica, cambiante, exitista. Busca pasarla bien sobre todas las cosas. No le importa el mañana, el otro, cada uno.
La masa no tiene experiencias pasadas, porque continuamente se renueva, la de hoy no vivió lo que pasó ayer, y no toma experiencias de otros para su beneficio, tiene que experimentar por si misma, cometiendo así los errores infinitamente.
La masa es injusta por prejuiciosa. Lo que no sabe lo presume.
La masa somos todos y no somos ninguno, por eso no se puede encontrar responsables.
Para cambiar el mundo y abrir verdaderamente nuevos caminos, tenemos cada uno que tratar de despojarnos del espíritu de masa que llevamos encima y formar parte, sin dejar de pertenecer, de un liderazgo eficaz, que saque de la masa a tantos masificados por la aplanadora cultural en la que vivimos.
Los lideres no cambiarán, ser así es su condición. La masa no cambiará, porque también ser así es su condición. Pero yo (vos) puedo (podemos) dejar de ser como los malos lideres y la mala masa. Si yo quiero y vos querés, aunque el mundo no cambie y todos sigan igual, yo y vos habremos salvado nuestras vidas saliendo dignificados.

CAMBIAR EL MUNDO

Para que nazca una flor se necesita cuidar el entorno.

¿Como puede nacer un artista si no descubre su potencial, si nadie le ha echado agua a su tierra, ni la a trabajado. Si nadie le ha dado luz, ni la ha protege del frío, si nadie la ha dado calor, ni le ha acercado otras flores para que comparta su existencia?

La naturaleza es una sabia y buena maestra. No es como esas maestras “buenazas”, que buscan quedar bien, que endulzan los corazones, que dice lo que gusta escuchar, sin carácter, pero creen tenerlo porque son autoritarias.
La naturaleza en cambio es sabia de verdad, y buena, porque tiene códigos que ennoblecen a quien los sabe tomar, códigos que no impone. Es sabia y buena, paciente hasta el extremo, quizás porque es madre, pero, porque ama nuestra esencia, no la violenta. Porque somos la razón de su vida.

¡Cuanto destrozamos la vida que tenemos al faltarle el respeto! Cuanto la ignoramos!

Amar la esencia para mi, es lo contrario de amar las superficialidades. Es amar a las cosas y las personas no por lo que “me” representan, sino por lo que “representan”.
Amar la esencia es amar sin preguntarme porque. Va mucho más allá que la demostración de “sentimientos”, de ser “cariñosos” ¡cuantos fallutos son perfectos cariñosos!, tampoco significa amar fríamente.
Amar la esencia va mucho más allá, más allá de evitar que alguien se sienta mal cuando hace las cosas mal, esto seria sensiblería, sentimentalismo, y del más barato. Amar la esencia, es decir lo que hay que decir, y hacer lo que hay que hacer, aún a riesgo de ser mal interpretados, “prejuiciosamente interpretados”. Amar la esencia es amar el verdadero bien del otro, sacar de el mejor que tiene y enseñare a que destruya lo peor de si mismo, (no destruírselo nosotros). Dar aquello que dignifica.

08 septiembre 2012

PALABRAS SABIAS / ENRIQUE ROJAS

La experiencia de la vida es siempre dolorosa y difícil. Cualquier biografía está surcada por cordilleras de obstáculos y frustraciones. Asomarse a la vida ajena es descubrir sus desgarros, las señales de la lucha con uno mismo y con su entorno, pero también la grandeza del esfuerzo por salir adelante, por eso que se llama vivir. La vida es un forcejeo permanente con las adversidades, un intento por solucionar las dificultades, apoyado por el amor y el trabajo"

Enrique Rojas