25 febrero 2010

IDEALES

Es obvio que tener principios éticos es mejor que no tenerlos, pero cae de maduro que sostener esos principios ante los hechos concretos es mejor que cuando permanecen en el ámbito de la teoría. Ahora bien, sostenerlos en el tiempo, y en toda una vida es la cosa mas difícil del mundo.

Quien no toma el pragmatismo como principio “ético” sabe que deberá luchar toda la vida para sostener su ideal.y prepararse mediante un ejercicio que lo fortalezca para tener fuerza para los días o tiempos de pruebas. Tomar como principio ético el pragmatismo es casi tan fácil como no tener principios, porque los podemos cambiar cuando las circunstancias no nos favorecen.

Normalmente, los ideales (no pragmáticos) se sueñan en la adolescencia y se intentan llevarlos adelante con entusismo en la juventud, para después mantenerlos toda la vida. Quien en su vida no se compromete con un ideal en la juventud difícilmente lo haga en la madurez bilogía. Si lo hace, no suelen tener la misma fuerza, lo dice el refrán: caballo viejo no agarra trote. Aunque, como no somos caballos, podemos contar con un ascendente extra que nos permitiría alcanzar el mismo nivel “de trote”.

Quien no quiera luchar y exigirse que busque ser pragmático. Pero no espere de el mismo nada que lo pueda enaltecer.

La palabra “ideales” parece ser el plural de “ideal” sin embargo una y otra palabra tienen connotaciones diferentes. La palabra “ideal” nos habla de un estado de perfección, de algo que es inmejorable. Que puede ser real o imaginado. Frecuentemente se da que es más imaginado que real porque las realidades humanas suelen ser imperfectas, aunque cuando son fabricadas por el hombre, si son nuevas, pueden ser "ideales".
Pero los "ideales" es algo diferente, nos habla de un estado de perfección que solo está en la imaginación y planteado a futuro. Un punto establecido en el horizonte de la vida, punto al que se aspira llegar. Este punto es el que da sustento, solidez y solvencia a los principios, y determina la veracidad del mismo.
En el pragmatismo no hay principios, porque no tiene un punto al cual aspirar más que la conveniencia de momento.

Lo opuesto al pragmatismo no es la rigidez sino la practicidad, tener capacidad práctica ayuda a "ablandar"  la rigidez que de hecho tiene los principios teóricos. Lo práctico, cuando esta correctamente aplicado no anula los principios permanentes, sino todo lo contrario, les da oxigeno.

Síntesis:

En la vida todos es teoría y práctica, La teoría sin una práctica adecuada forma seres rígidos y duros. La práctica sin las teorías firmes y solidas (pragmatismo) hacen seres blandos y sin consistencia. La teoría es la parte científica de la vida y la práctica la parte vivencial de la teorías, las dos juntas y armonizadas forman el exquisito encanto del arte de vivir.

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