19 agosto 2011

SOBRE HIPOCRESIAS

Los hechos políticos nacionales y las manifestaciones por la vista del Papa a España me provocó esta reflexión, digamos... entrecruzada.

Según entiendo y observo:

Con el fin de la guerra fría el mundo político determinó vestirse de izquierda, castigando desde entonces a los que no quieren disfrazarse.
Con el fin de la guerra fría el mundo político conservó las ideas de derecha para la macro política internacional y conservó las ideas de izquierda para la micro política, el discurso fácil y poder mantener sujeta a la masa del pueblo con el anzuelo demagógico.
La hipocresía ha sido una constante en los hombre de poder político en todos los tiempos, hoy no va a ser la excepción?!

Manifestaciones:

Es evidente que hay una necesidad humana que es la de unirse para manifestar un descontento, necesidad enraizada en el divino don de la libertad y el deseo de mejora. Pero nada dice la lógica humana que tenga que ser odiosa y violenta, si lo puede decir la lógica inhumana.
La lógica humana nos dice en cambio que la intolerancia y la falta de respeto es propia de los brutos y los débiles.

Malos sentimientos:

Hay una constante en la historia de la humanidad, que las personas de malos sentimientos se unen para atacar, despreciar y ridiculizar a los que fomentan el amor. (amor con mayúscula claro, a la parte del amor que se refiere a las pasiones, todo lo contrario)
Las personas de malos sentimientos conocen muy bien de odios y violencias. Los que se dejan llevar por malos sentimientos, -si no son malos van camino de serlo- siempre envidian a las personas buenas, es una constante.
Como todos sabemos, la envidia es un mal sentimiento que promueve la división y el enfrentamiento. Un sentimiento que convertido en vicio, nos lleva a maltratar y despreciar a todos, porque, junto con la vanidad, su hermana inseparable, nos hace creer que somos mejores. Muchos creen que no es envidia lo que tienen, porque creen que lo que sienten por el otro no es admiración, sino desprecio o asco, y eso no puede ser envidia, pero no saben quizás, que la envidia no es solo “desear ser como el otro y odiar no poder” sino también “odiar que el otro tenga o reciba lo que nosotros no tenemos o no recibimos.
También, es una constante en la historia de la humanidad, que los malos se muestren como buenos, (el mayor signo de envidia y de que saben lo que es el bien,) buscan mostrase como buenos por eso inventan motivos para pasar como benefactores de la humanidad, justificando sus odios y violencia por un supuesto bien.

Resentimientos

Dentro de los sentimientos que hacen mucho mal, especialmente a quien lo padece, es el que produce el amor propio herido. Normalmente –salvo casos extremadamente raros- amamos lo que hacemos y estamos bastante conformes con nosotros mismos, y con las ideas que a lo largo de los años hemos elegido para conducirnos en la vida, que no soportamos que sean puestas en tela de juicio por nadie. La religión y las filosofías iluminadas por el saber divino, vienen a decirnos lo que muchas veces no queremos escuchar y para algunos es motivo más que suficiente para odiar incluso a la mismísima idea de Dios y que con descaro buscan vengarse contra quienes se encargan de difundirlo. La consigna de todos los tiempos: para inutilizar al que envía destruir al mensajero.

Intolerancias:

Dicen los ateos militantes, que la intolerancia es propia de las religiones con convicciones firmes, ellos le llaman “dogmáticas”. Tener convicciones firmes no significa necesariamente estar en la verdad, pero no es éste el tema de reflexión.
El ateismo militante, que critica hasta matar si pudiera a la religiones con criterios fuertes, es hoy una forma de religión, intolerante, fundamentalista y tiene también convicciones firmes ¿de que se quejan?
Perdón por esto que voy a escribir porque es quizás antipático, y porque no quiero herir los sentimientos de nadie, pero estaría más que incompleto si no detallara que estos religiosos del dios Yo reúnen en sus filas a agrupaciones y organizaciones laicistas, liberales extremas, de derecha y de izquierdas, activistas homosexuales y lesbianas, feministas y ciertos grupos de Cristianos que saben que no lo son pero se muestran como tales.
Todos recordamos la primera manifestación de envidia que tiene registro la historia, un tal Caín que mató a su hermano solo porque era bueno. Por alguna extraña razón, cuanto más comprobaba su bondad más se llenaba de odio. Odio que lo fue haciendo malo.  Desde esa primera vez, esta historia se repite indefectiblemente.

Es muy útil estudiar las constantes del comportamiento humano a través de la historia, haciendo abstracción de personajes y hechos puntuales, para conocer los patrones de conducta y comprobar que lo que se nos quiere presentar como nuevo no es tal.  Y poder decir:  te conozco mascarita!!

3 comentarios:

Juanito Seed dijo...

"Es muy útil estudiar las constantes del comportamiento humano a través de la historia, haciendo abstracción de personajes y hechos puntuales, para conocer los patrones de conducta y comprobar que lo que se nos quiere presentar como nuevo no es tal. "

Sera que mas aun tenemos que estudiar como fue forjada nuestra personalidad a travez de la educacion basica, para ver porque siempre nos desembolvemos mejor en el odio, que en el amor? en la competencia que en el compañerismo?...
Juani

Gabriela dijo...

Comentario al margen que para mí tiene que ver con los absurdos de las masas manejadas. Los supuestos descontentos españoles se quejaban por la falta de trabajo, y los "supuestos" gastos de la visita papal. (Supuestos porque en gran parte fueron sufragados por fundaciones católicas). Ahora la sinrazón: me quejo porque no tengo trabajo y vienen a "mi" país un par de millones de personas (no se dijo cuántas personas fueron en realidad), que se alojaron, comieron, pasearon, usaron medios de transporte, llevaron recuerdos, etc, etc, etc... ¿Cuánto dinero dejaron los peregrinos en España? Nadie tampoco lo dijo. ¿Hipocresía, egoísmo, falta de amor y tolerancia?

Guillermo Pena dijo...

Si, es verdad Juani, todos tendríamos que estudiar como fue forjada nuestra personalidad a través de la educación básica, para saber los porqués de nuestras deficiencias, como educadores y como educandos. Deficiencias y porqués que obviamente son múltiples.
Aunque me parece que lo más difícil y complicado, no es llegar a saberlo, sino admitirlo.

Te darás cuenta que dar respuesta a esto requiere de mucho más que un fugaz comentario o post. De alguna manera, mucho de lo que tengo escrito en el blog hablan de esto. Exponiendo las causas. Claro, que se necesita de la buena voluntad del lector para ir relacionándolos. Y no soy tan importante para que eso ocurra.

Aunque es complejo, no quiero terminar sin decirte algo sencillo, dos son las causas principales del problema, una está en lo personal de cada uno y la otra en lo social, en nuestro entorno.

La primera causa está en nuestra propia naturaleza, con una fuerte tendencia a dominar y a acaparar, (placer, poder y fortuna) nos desenvolvemos más comodos siguiendo esa tendencia que contrariándola. Para hacer el bien hay que esforzarse.
Para ser buenos hay que lucharla, porque aunque amamos por naturaleza el bien elevado, el amor y la justicia, también por naturaleza nos seduce continuamente el bien inmediato, que no simple es un verdadero bien, incluso para los demás. Esto hay que admitirlo y no buscar mil justificativos para seguir nuestra caprichosa tendencia.
Como te decía, la segunda causa es social, ya que esta misma tendencia nuestra, también la padecen los demás, y encontramos aquí también resistencia a nuestros deseo de bien elevado, como también seducciones a nuestras tendencias egocéntricas. Deficiencias que se potencian ante los adoradores del mal, que no se andan con chiquitas y son capaces de cualquier cosa.
Ante esta realidad suele pasar que los buenos que no tiene un motivo elevado sobre las realidades naturales, humanas y personales, no pueden ofrecer resistencia, se dejan llevar. Y sin ser malos se hacen inoperantes, y, concentrándose en su pequeña torre de marfil o casucha de chapa, se deja crecer el mal hasta niveles que todos conocemos.

Hay forma en lo personal de tener fuerza para ser como se debe, claro que hay que empezar por admitir la verdad.