26 abril 2010

DISTORCIONES

Según entiendo y observo:

Juzgar no es condenar, condenar sin fundamentos es prejuzgar.

Ser mal pensado es pensar negativamente de los demás sin un fundamento cierto, pensar mal a partir de las impresiones que recibimos de los demás, llevados solo por lo aparente y superficial. En pocas palabras: pensar basado en prejuicios.

Pero, si vemos mal el hecho de ser mal pensados, no creamos que pensar en positivo es pensar bien de todo el mundo. O para que no nos tomen por tales, aparentar callando.

No ver errores, defectos, imperfecciones, trampas, desplantes, mentiras, malas disposiciones o mala voluntad, y todas las cosas negativas que se nos puedan ocurrir -tanto en los demás como en nosotros mismos- no es ser bien pensados, es ser ciegos (por mí parte no creo que exista tal grado de ceguera). Lo que si creo, que más de uno no sabemos cuan mal pensado somos, quizás por prestar solo atención a lo malo que son los demás.

Es hora de sincerarnos y pensar bien de verdad, que no es otra cosa que no aventurarnos a sacar convulsione apresuradas, a no condenar como si fuéramos de otra materia, todos tenemos las mismas deficiencias, quien más quién menos, que hace que no podemos realmente ponernos en una altura de impecabilidad.

Contrapunto:

Tampoco debemos irnos al extremo de justificar todo nivelando para abajo, sosteniendo la absurda idea que todos somos iguales, que nada ni nadie hay superior ni inferior y que nadie puede decir lo que está mal o decir lo que está distorsionado sin que nos miren con prejuicios condenatorios, porque creamos que  nada es verdad ni mentira por que todo es según el color con que se mira"

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