25 septiembre 2009

PERFECCIONISTA

Según entiendo y observo, el perfeccionista es una personalidad que si no se controla puede llegar al enojo permanente. Es el típico quejosos y protestón. El rasgo mas dominantes de su personalidad quizá sea la de: critico-vanidoso*.

El perfeccionista, es una persona que quiere las cosas tan perfectas que no acepta errores, descuidos, u olvidos... Y sus criticas son mas bien quejas pesimistas, juicios duros, condenas implacable. Actitudes destempladas, impaciente, muy bien acompañadas de intolerancias, faltas de respeto, etc.
Y es vanidosa, porque la medida de perfección que tiene es su propia medida, desde donde juzga todo, el es la “perfección”. El único que hace bien las cosas, el único que sabe, el único que entiende, etc.
Si nunca es consciente de esto, además es una persona que se incapacita para pedir perdón, porque no acepta equivocarse. Esta característica personal que se agrega a si mismo, hace que, ademas de perfeccionista, sea necio.

La mejor forma de evitar ser perfeccionista y no llegar a necio, no me parece que esté en hacer lo contrario: Dejar de criticar lo que sea criticable, (las cosas y los componentes de las conductas humanas, jamás a las personas) o dejar de estudiar las causas de los problemas y conflictos. Dejar de pensar en corregir lo que debe ser corregido,

La clave me parece que esta en la búsqueda de armonía. Ya que todos los desequilibrios no son otra cosa que esto, faltas de armonía. Somos tan amantes de los extremos!!
La armonía, precisamente se da, en la búsqueda de la perfección, -no en olvidarnos de ella- pero teniendo un “especialísimo” cuidado en las posibilidades reales de la vida practica, que es siempre imperfecta, aunque perfectible.
Comprendiendo, y entendiendo, las capacidades e incapacidades reales de todos, sin excepción.
El gran inconveniente estaría en que, la comprensión, no se basta a si misma, necesita contar con dos cualidades esenciales. La “mirada” de amor a los demás y cierta desconfianza de si mismo, ya que el orgullo natural puede ponernos la trampita de hacernos creer lo que no somos. Y creernos “superiores” o “perfectos”.

En síntesis, te diría que la clave seria aceptar a cada uno como es sin acostúmbranos a ver lo común como normal, he insistir en mejorar lo mejorable, sin pretender que el mundo cambie a nuestro gusto personal. Pero no dejar de intentar corregir lo que deba se corregido, empezando y terminado siempre -aunque no exclusivamente-por uno mismo.


*Aclaro
No hay en mis palabras una necesaria relación con el empleo de éstas a nivel científico, primero porque no lo soy, y segundo porque –aunque baso mis opiniones en datos también provenientes de la ciencia - prefiero manejarme con total libertad de criterio. Porque considero que esta visión de libertad, es la que me garantiza la libertad de espíritu, que tiene que ver con lo formal, o forma, y no con lo fundamental o fondo.

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