24 septiembre 2009

ENOJO

Según entiendo y observo, el enojo puede convertirse en un vicio si uno “cae” repetidamente en el. Y es un vicio tan funesto, que mas vale mantenerlo a distancia. Lo mejor seria escaparle desde chicos, para no mantener esas rabietas infantiles a lo largo de la vida.

Quien se deja llevar por el enojo, producto de la indignación que le causan las conductas individuales o colectivas, termina siempre de alguna manera aislado. Y comienza a aislarse, porque encuentra en la soledad, la paz que no alla en las relaciones con las demás. Pero la paz que se puede encontrar en la soledad, no funciona nunca cuando se llega a ella por “escape” de los demás, sino cuando se busca el “reencuentro con uno mismo”.
La paz del enojado en su soledad, es una paz ficticia, falsa, porque no resuelve el problema, solo lo evade. Incluso lo acrecienta, incapacitándose cada vez mas para comunicarse con el “otro”. Incapacidad que lo lleva a nuevos enojos y cada vez mas desproporcionados.

De la critica a la queja hay un abismo. Pero de la critica al enojo hay un abismo aún mayor. Para no enojarte, comprendé las miserias ajenas, pero por sobre todo, las propias. Si no crees en las miserias humanas* menos podrás comprenderlas y siempre tendrás motivos para enojarte.

*Miserias humanas: Entiendo por miserias todas aquellas cosas que padecemos, contra las cuales, no sabemos, no queremos, o no podemos superar.

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