03 junio 2009

MADUREZ

Hay una intima relación entre coherencia y madurez, por el lado inverso encontramos una relación entre rigidez y cerrazón, que denota inmadurez.
La madurez de una persona se nota por su coherencia, sus juicios medidos y matizados, su falta de rigidez en la conducta, que se manifiesta integralmente en la unidad, entre lo que dice y hace.

Equilibrio

El detalle importante para no desequilibrar nuestro juicio, es saber que no existen personas equilibradas, sino personas en equilibrio. Por esta razón cualquier persona puede ser en general coherente, equilibrado y abierto, y a su vez mostrar en algunos puntos un desequilibrio, esto ocurre por el motivo de que no “somos” equilibrados, sino personas en continuo ejercicio por equilibrarnos.
La madurez, se podría sintetizar con esta palabra: “equilibrio”, aunque es mucho mas que esto.
El hombre contiene en su naturaleza las mismas características del universo, somos “microcosmos”. De igual manera el mundo y el universo no es equilibrado, sino que esta en permanente equilibrio. Esto quiere decir que para mantenernos en equilibrio tenemos que procurar serlo. No “somos”, nos “mantenemos”. De aquí que necesitamos "ser" nuestros propios rectores. Pero hay algo esencial a tener en cuenta: que hay un “Algo” superior a nosotros mismos y superior al Universo material.
Un Rector que mantiene el equilibrio de todo el universo.
Cuando el hombre se desconecta de su Rector Supremo, pierde parte importante de su propia “rectitud” y pierde necesariamente el equilibrio. Si elabora doctrinas, sean estas filosóficas, sociales o políticas fuera de éste equilibrio propio y equlibrio universal, no hace otra cosa que ver la realidad parcialmente, haciendo una reducción de ella.

Intolerancias

Esta falta de búsqueda de equilibrio es lo que nos hace naturalmente irnos a los extremos con un naturalidad asombrosa y atacar a las personas en lugar de atacar las malas ideas
Al error hay que combatirlo con todas las fuerzas que se dispone pero conociendo nuestra tendencia a los extremos tener cuidado de no atacar a las personas.

Formas

Prueba de éste desequilibrio natural, esta el hecho de que, aún en el caso de ser personas coherentes, caemos en incoherencias parciales. por ejemplo: habitualmente tengo en cuenta y trato de mantener el equilibrio atacando las ideas sin personalizar, hablo de “las ideas” o “las filosofías“ o “las ideologías” ”el liberalismo” o “el relativismo” y evito hablar de “los liberales”, o “los relativistas”... porque al puntualizar el “istas” en lugar del “ismos” ya no estoy combatiendo ideas, sino personas. Pero también compruebo o me hacen ver que caigo en ese error. De paso, te pido disculpas si te sentiste alguna vez dolido por mis criticas, de ninguna manera tienen la intención de herir a nadie en lo personal.

Apertura y rectificación

Ser firme en los juicios no significa ser rígido o cerrado, la rigidez no permite matices. La apertura al cambio tampoco puede ser interpretado como abierto a todo. no podemos abrirnos al error.
Cambiar y admitir que se estaba equivoco no es una prueba de debilidad como nos sugiere el orgullo, sino de grandeza. Y la acción de rectificar, un signo de madurez.

No hay comentarios.: