02 junio 2009

LIBERALISMO

René Descartes, filosofo francés del siglo XVI, inicia filosóficamente la edad moderna.
Descartes, como método de análisis parte del sujeto pensante como lo único real: “Pienso luego existo” y define al hombre como una cosa que piensa. Analiza todo desde el hombre, pero por una sola de sus facultades. La facultad de pensar lo identifica con todo el hombre. Pero Descartes manifiesta esta teoría sin desprenderse de la cultura tradicional Cristiana, y manifiesta cierta ambigüedad, puesto que mantiene la creencia de la dualidad de la naturaleza humana espíritu-materia. Entonces, sostiene que hay algo en el hombre meramente pensante: “el alma”. Y algo meramente material: el cuerpo, que ocupa un lugar en el espacio.

A partir de Descartes se desarrollan dos corrientes opuestas, cada una negando esa realidad dual. Dos corrientes que con el correr del tiempo entran, en sus manifestaciones ideológicas en un juego de poderes absolutos, que arrastrarán prácticamente a la humanidad al error de considerar parcialmente la realidad, hasta hoy.

Berkeley, es el filosofo Ingles que da el puntapié inicial a la corriente idealista: predomino absoluto del espíritu sobre la materia.
Marx por el contrario, niega rotundamente el espíritu. Lo “espiritual” lo considera un derivado de la materia.

En toda la filosofía moderna- cuna y vehiculo de la cultura liberal- el hombre como tal, en su realidad integral de espíritu-materia esta ausente, pues el campo filosófico se divide en posiciones extremas.

Desde Descartes hasta nuestros días, se pasó de la unión espíritu-materia, al imperio pleno del espíritu desconectado de la realidad material “idealismo”. Al imperio pleno de la materia “materialismo idealista” (materialismo dialéctico, seudo científico). A la disolución y anulación del espíritu .

El espíritu es una realidad autónoma de la materia, no independiente. Es dependiente de la materia en cuanto a que éste actúa según la condición material de lo psíquico y lo somático. Y es dependiente de Dios, en cuanto a su realidad primera y ultima, que siendo Padre de la humanidad, actúa como Auxilio, Rector, Regulador y Mediador de todos, respetando absolutamente la liberad individual da cada uno, aunque usemos nuestra liberad en forma injusta, absoluta.

Toda la cultura moderna, esta signada por el liberalismo en todas sus expresiones, los principios que los unen se identifican absolutamente con la reducción de toda la realidad a la materia.

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