10 marzo 2009

GOZAR

Ayer escuche esta frase: “Si buscamos gozar nos olvidamos de amar”, salidas de la boca de un sacerdote. Seguí escuchando atentamente y siguió hablando del tema central, que no era éste. Pero yo me quede pegado a esta idea:
“Si buscamos gozar nos olvidamos de amar.”

Dichas de esta manera, y sin seguir hablando específicamente de esto no me parece del todo acertada, aunque no contenga error, porque se puede interpretar que lo que esta queriendo decir es que el gozo o la búsqueda del gozo es contario al amor y no es así.
El gozo y la búsqueda del gozo esta tan inserto en nuestra naturaleza que es difícil inclinaros o determinarnos por algo donde el gozo esté ausente. El gozo nos lleva al amor, el mismo sacerdote no seria tal si en su vocación no estaría presente el goce en el encuentro con Dios. Tomas de Aquino, el celebre y santo teólogo no hubiese estado dispuesto a escribir la suma teológica si no hubiese gozado escribiendo. Pensar en el amor puro en una naturaleza imperfecta es idealizar la realidad. Es un idealismo romántico. Pero ¿es posible no ir detrás del goce? Porque el gozo, conductor natural del amor, no puede a si mismo ser conductor y obstáculo. Convierte plantearse entonces si hay algún obstáculo en la manera de llegar al amor que tenga relación con el gozo. Y es, sin ninguna duda, el no ponerle limites al gozo y en considerarlo un bien en si mismo. Porque si es absoluto no es parte. y si no es parte no tiene limite.

El gozo absoluto

El gozo no es un bien absoluto del amor, se goza por amor tanto como se puede padecer por amor.
El gozo es conductor natural del amor, pero se desnaturaliza cuando se convierte en un fin en si mismo, separado del amor.
por eso también es natural renunciar al gozo por amor.
El amor podemos medirlo como la temperatura del cuerpo, tenemos buena salud cuando amamos en un equilibrio perfecto entre renuncia y libertad absoluta. La línea de temperatura que marca el termómetro del goce puede ser de cuarenta grados, pero esa fiebre esta muy lejos de la temperatura normal que debe ser de 36.5 o 37. El ser afiebrado, no estará en condiciones normales, la fiebre de la pasión nubla la razón y con una absoluta libertad de gozo es imposible capacitarse para gozar de buena salud.

¿Como comprobamos si el gozo tiene como finalidad el amor o va en contra de el?
Cuando se es capaz de renunciar al gozo por amor. El gozo, es parte del amor, no es todo el amor y precisamente por ser parte puede haber momentos en los que el gozo deba estar ausente para que madure el amor o pueda ser verificado. sin renuncia no hay amor, ni demostración.

Amor al gozo

Muchas veces se dice que el que asienta el amor (hacia el otro) en el gozo que este le proporciona, en realidad no lo ama, solo se ama a si mismo. Pero esto tampoco es así porque si el amor se caracteriza por la búsqueda del bien del ser amado, no puede amarse a si mismo quien no evita su propio mal. Y aunque el gozo por el gozo mismo pereciera ser un bien no lo es, en la medida que se convierte en fin de si mismo.

Principio, medio y Fin

Cada cosa que existe, existe por algo y nada existe sin motivo. Ese algo por el cual existe le da sentido a su existencia. Toda cosa que existe es buena siempre y cuando cumpla con el fin para el que nació. No saber el motivo para que se vive es sumamente grave porque es no encontrar el "para que" de nuestra existencia. Y como nada existe sin motivo buscaremos el que mas nos guste y puede no ser el que debe ser para cada uno.
Por lo tanto confundir un medio con un fin, invertir el fin poniéndolo como medio, o un medio como fin, es antinatural la naturaleza nunca perdona.

Cuando el gozo se lo separa del amor se separa el medio (gozar) del fin (amar), y se convierte el medio (gozar) en fin, (gozar) y así es como el gozo se convierte en enemigo del amor, porque si busca el gozo solo por el ozo en si, solo encantará lo que busca, gozar. Y encerrándose en si mismo como una fuerza centrifuga, no encontrará el amor.

Gozar y Creer

Nadie hace nada sin estos dos principios esenciales: gozar y creer. En donde se asienta la conducta. La primera esta en el plano de los sentimientos y la segunda en el de la inteligencia, pero son principios de acción, no finales. Cuando convertimos un principio –de acción- en fin vamos en contra de la propia naturaleza de las cosas.
Siendo el gozo un bien se hace malo, se desnaturaliza cuando se lo busca separadamente del fin para el cual existe. La experiencia confirma éste hecho, nadie ha llegado nunca al verdadero amor en la búsqueda sin limites del gozo. Muchos son los que han acabado la vida diciendo: Muchos “amores” hubo en mi vida pero ninguno verdadero amor.

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