13 febrero 2009

ESTUDIO

Cita / Leonardo De Vinci

“Debe poner cuidado el Pintor en corregir inmediatamente todos aquellos errores que el advierta, o lo haga advertir el dictamen de otros, para que cuando publique la obra, no haga publica al mismo tiempo su falta. Y en esto no debe lisonjearse el Pintor que en otra subsanará el presente descuido, porque la pintura una vez hecha nunca muere, como sucede con la música, y el tiempo será testigo de su ignorancia. Y si quiere excusarse con la necesidad, la cual no le da el tiempo necesario para estudiar y hacerse verdadero Pintor, la culpa será entonces también suya; porque un estudio virtuoso es igualmente pasto del alma y del cuerpo. ¡Cuantos filósofos hubo que habiendo nacido con riqueza, las renunciaron, porque les sirviesen de estorbo en el estudio”

Puntos de Vista

Para un pintor expresionista esta cita de Leonardo no tiene actualidad en lo que respecta al arte, ya que éste, no entiende el arte en términos de canones, sino en independencia total de ellos. Las leyes naturales no entran porque el arte ha de ser expresión pura, y la ciencia mata al arte puro. Al concebir el arte como creación pura no puede haber autoridad alguna fuera de si mismo que pueda corregirle algún defecto.
Es cierto que el error solo es apreciable dentro de la lógica, la anarquía intelectual tiene la particularidad de no tener norma alguna en la que ajustarse. Lo paradójico es que buscando la libertad total para desprenderse del "absolutismo" científico para hacer creación pura se adentran en otra forma de absoluto, convirtiendo su arte en una absoluta anarquía.

Puntos de Vista

Hace un tiempo mientras cenábamos, estaba yo elogiando el genio de Leonardo, cuando Santiago, mi hijo, me interrumpió - seguramente cansado de tanto escucharme hablar de el- diciendo: “si Leonardo viviera hoy, seria un maestro de segundo grado”. Tengo que admitir que logró su cometido, no supe bien que contestar, esa opción no la había considerado nunca. No recuerdo si le di una respuesta para salir del paso, pero si me callé, mejor. Porque las respuestas no pensadas antes suelen tener una buena dosis de superficialidad. Pero la respuesta quedó picando en mi cabeza, sin darle mucha importancia al asunto, me dedique a otras mas urgentes inquietudes.
Ahora después de escribir esto, me calló la ficha y pensando un poco mas detenidamente tengo una respuesta y un reflección.

Creo que si Leonardo viviera en esta época podría ser un maestro de escuela o un prestigioso científico reconocido internacionalmente, según como lo miremos.

Puede ser que si a Leonardo de aquella época lo trajéramos al siglo XXI con los mismos conocimientos de entonces seria un maestro de escuela. Pero si naciera y se desarrollara en esta época, con los medios y avances de hoy, probablemente seria un genio igual, y aventajaría a los mas prestigioso investigadores, porque el genio se desarrolla a partir de la materia y la materia de la que estaba hecho Leonardo seria la misma, tanto en esta como en aquella época.

Claro que las variables son otras y seguramente se hubiese tenido que especializar solo en una cosa y no en tantas como las que abarcó. Porque los medios tecnológicos que nos simplifican y facilitan la vida, -y seria entupido renegar de este avance-, sin embargo también nos limitan mucho en otros aspectos que no son de menor importancia, donde nos quedamos varados en una enorme pobreza. Incluso el mismo Da Vinci si hoy fuera un Leopardito de cinco años podría no desarrollar su genio, porque así como su padre lo dejo en el taller del maestro Verrocchio, lo podría estar dejando en la casa de la vecina viendo las telenovelas de la tarde y algo mas, o dándole casi sin parar a los jueguitos electrónicos.

Anécdota

Les cuento una anécdota casera, que me vino ahora a la cebeza. Cuando Santiago tenia unos ocho o nueve años, me pidió que le comprara un aparato para jugar electrónicamente, o sea “La Play”. Traté de disuadirlo diciéndole si no prefería mejor un piano, (te imaginarás la cara de desconcierto ante tan insolita propuesta, con sus seis o siete añitos, que relacion podia encontrar), entonces le explique las diferencias. Claro que antes le pregunté -para que se acostumbre a usar sus neuronas- si me podía decir porque le ofrecía un piano en lugar de la Pley, lógicamente me explicó como pudo, casi nada.
Traté de ampliarle el horizonte. Por supuesto de la forma mas sencilla que pude, no usé los términos exactos de los que vienen, pero mas o menos fue así:
Con la Play, le dije, vas a encontrar un entretenimiento rápido y muy placentero desde el principio, pero siempre será así, e ira bajando con el tiempo hasta que decaiga tu interés, entonces vas a buscar otra cosa que lo suplante y así sucesivamente. Entre una cosa y otra experimentaras aburrimiento. Y ansiedad, esperando esa nueva cosa que llene tu vida, (pobre, que podía entender de la vida a los ocho o nueve años). Con el piano te pasará todo lo contrario, experimentaras momentos de aburrimiento. Y momentos de ansiedad, porque vas a querer estar jugando en lugar de estudiar, pero al cabo de un tiempo, vas a encontrar mucho entretenimiento y placer, mucho mas, infinitamente mas!! que con la Pay, aún en sus mejores momentos. Porque el entretenimiento- le dije- saldrá de vos y no tendrás que buscar ni esperar algo que venga de afuera, (pobre que podría entender lo que significaba adentro y afuera). Cual fue la respuesta? Te imaginarás, optó por la Pay. Demoré un poco el regalo para que madure la fruta, y volví a preguntarle si estaba decidido, esperé un poco mas, y volví a repetir el mismo argumento-¿que pesado no?)- y esperé un poco mas pero al final le compré la Play, con todo el dolor de mi alma.

Hoy ademas del béisbol tiene muchas buenas inquietudes y condiciones para el resto de las cosas. No es músico, pero es un gran aficionado a la guitarra. Quizás me equivoque al ofrecerle el instrumento.

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