25 julio 2012

"NUEVOS CAMINOS II"

Todos sabemos que cada palabra hace referencia a algo, y que una sola palabra además de matices puede tener otro significado. Se me ocurre que cuantos más matices tenemos en cuenta de un mismo termino término más acertado será nuestro razonamiento y más amplia nuestra visión, pero no ocurre lo mismo con los significados, me parece. En este sentido, en los últimos tiempos, hemos entrado en un vicio peculiar, se utilizan múltiples significados para un mismo término. Tan es así que cuando hablamos, ya no sabemos bien en que qué estará pensando el otro.
En el arte, este vicio ha llegado a extremos insospechados ; hoy ya no sabemos a qué nos referimos cuando hablamos de arte. Si siempre ha sido difícil definirlo, hoy se hace imposible, por eso dentro del arte entra ya cualquier cosa, solo basta decir que lo es.

Voy a hacer unas aclaraciones antes de continuar.

Siempre que hablo o escribo sobre temas en los que toco intereses, se me hace necesario decir que todas las ideas y conceptos expresados, si son dichos con convicción es sólo porque creo en lo que digo, pero de ninguna manera pretendo mostrarlos como verdad universal, tengo en cuenta que son sólo desde mi punto de óptica.
La omisión de aclararlo de entrada, a veces me a ha costado alguna mala interpretación de parte de los lectores u oyentes, porque mi modo de expresarme en temas que conozco -aunque nunca acabe de conocerlos- es de alguna manera categórico, no me gusta ir con medias tintas, si compruebo luego estar equivocado en algún punto, como muchas veces me ocurre con gusto rectifico, porque como muchas veces me digo, es siempre mejor ver un error que creer no tenerlo. Si en algún momento doy esa impresión tengan a bien recordar esta aclaración.

Otra aclaración importante es tener en cuenta que no venimos a debatir, sino a ayudarnos a pensar, y si se piensa diferente en algo, o en mucho, es simplemente porque todo no puede verse igual desde distintos ángulos, y en lugar de decir “no estoy de acuerdo” será mucho mejor y mas sano decir “no lo veo de esa manera.” Muy bien, y no pasará nada.

Cuando hablo en parte o capitulo anterior de “angustia o depresión” para referirme al espíritu de aquellos ideólogos y artistas, no estoy pensando en gente inutilizada por el ánimo, como si nada de lo que vieron he e hicieron estuviera bajo un efecto desolador. Lo digo en un sentido más sutil, más oculto si se quiere, hasta a veces no perceptible por el mismo individuo, un espíritu que afecta el pensamiento casi sin darnos cuenta, algo que tiene que ver con sentimientos encontrados y cambios anímicos “pesimismo- optimismo”, “desilusión-euforia”, etc.
Aquellos trabajaban y tenían los mismas pasiones, ilusiones y desilusiones que nosotros hoy, pero con la influencia de su tiempo, como nosotros tenemos la nuestra, no hay nada más gráfico que la frase “ cada uno es hijos de su tiempo”.

Otro punto importante seria aclarar, de qué estoy hablando cuando digo que el arte de hoy debe dejar ya de girar en falso dentro de una misma tendencia, que, según mi opinión, ya está envejecida, caduca, que si bien fue el signo de su tiempo, ya pasó, como pasó su siglo.
Hay veces que los artistas nos podemos creer, que sólo buscando hacer un arte diferente al otro somos diferentes, para hacer un arte diferente primero hay que serlo, el “ser” está antes del “hacer”,
así como el “hacer” es consecuencia del “ser”. Por eso, “la tendencia” está más allá de los movimientos y mucho más allá de las infinitas originalidades personales, no tiene mucho sentido la búsqueda casi desesperada por hacer algo diferente, para impresionar y sorprender si no se cambia en lo esencial, la mirada. El arte nunca tuvo la vocación de monito de circo, cuando la gente iba a ver que de nuevo traía, para reírse un rato con la nueva pirueta que le había enseñado su dueño; el arte es algo serio y el que lo banalice está reduciendo su espléndido contenido.
“La tendencia” está un escalón arriba que los movimientos artísticos, de estos surge, pero no son la misma cosa. Todos los movimiento de vanguardia que nacieron en las primeras décadas del siglo XX surgieron bajo la sombra de una sola tendencia, tendencia que produjo además todos los movimientos de vanguardia posteriores, después de la Segunda Gran Guerra
Todos sabemos que en la historia de la humanidad siempre se han dado tiempos de esplendor y de crisis, a veces crisis locales, otras mundiales. Lo mismo ocurre en la vida de cada uno de nosotros y de cada nación. En las épocas de esplendor de una nación, se suelen dar por consecuencia, camadas de gente brillante, y por consecuencia también estos arrastran y elevan el nivel general produciendo un círculo virtuoso, los solemos llamar “épocas doradas”. En las épocas de crisis obviamente ocurre lo contrario.
En la época anterior al debacle del siglo XX tuvo Europa su “época dorada.” que se reflejó también en el arte. La famosa “bella época” de Francia se vió claramente manifestada en un gran movimiento de vanguardia, el primer movimiento de vanguardia moderno en lo pictórico, que produjo una verdadera revolución, y cambió la tendencia. Abrió las puertas a infinitos avances creativos; un pequeño tiempo más siguió el arte por esta línea, con los artistas postimpresionistas, pero duró poco, pasó a un segundo plano por la prédica agresiva de una camada de artistas revolucionarios que querían destruirlo todo, y, aunque tomó mucho de sus ideas, los hicieron caer también en la volteada; la época dorada quedó en la historia, vino la Primera Guerra mundial y con ella todo lo que ya conocemos.
El movimiento antagónico al que me refiero es el expresionismo, un movimiento hijo de su tiempo, que también aportó lo suyo (nada es todo luz ni nada todo sombras), pero que ya es hora de hacer un cambio y encontrar nuevos caminos.

No hay comentarios.: