30 noviembre 2010

CONTAMINACION

Según entiendo y observo:

Hoy vivimos en una profunda contradicción, por una parte nos manejamos como si tuviéramos una piel muy fina, como la de un bebé, para detectar los riesgos de la contaminación ambiental, el cuidado hasta obsesivo de la salud corporal, y por otro lado pareciera que hemos desarrollado una piel gruesísima, como de elefante, para detectar la otra contaminación, quizás más grave por más inadvertida la de la contaminación intelecto-espiritual: si no pensamos como nos dicta el ambiente somos retrógrados.

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