26 octubre 2010

PREJUICIOS

Según entiendo y observo:

Lo que no sabemos lo solemos imaginar. La imaginación presta un gran servicio a la razón, pero nos puede jugar una mala pasada.
De la gran mayoría de las cosas que conocemos, solo conocemos algunas de sus partes. De las que vemos, solo la parte de afuera, salvo que se pueda cortar o romper.
Lo inmaterial es imposible ver, cortar o romper porque no tiene partes y no se puede ver, aunque si percibir con los sentidos no materiales. Los ojos y los oídos del alma.

Sacando lo que conocemos en forma directa, las partes que conocemos de las cosas, de las personas y de los acontecimientos, y las que en algún momento vieron nuestros ojos, lo que conocemos lo conocemos por intermedio de otros y nos hacemos una idea a partir de lo que nos dicen. Y puede ser un conocimiento verdadero o falso, según el grado de veracidad o de falsedad de lo que nos dicen. Más delicado cuantos más dicen hay, dicen que dicen...

Un fundamento cierto no significa que deba ser corroborado por una evidencia científica, eso lo creen solo los cientificistas. Un fundamento cierto puede negar la posibilidad de comprobación científica si no pertenece a la esfera o dimensión material. Ningún científico puede comprobar el grado de amor de dos personas midiendo el amor científicamente, solo podrá conocerlo observando las acciones que lo manifiesten.

De lo que conocemos solo conocemos algo. Lo que no sabemos de lo que conocemos, lo solemos imaginar. Porque la imaginación al servicio de la razón nos da siempre ideas para ayudarnos a entender lo que no llegamos a comprender. La imaginación, por cierto muy buena, puede sin embargo jugarnos una mala pasada si no la ponemos en vereda racionalmente, si le permitimos actuar en aquellas cosas que no son de su competencia. Por ejemplo, es muy bueno tener ideas fantásticas, inventar lo que se nos ocurra y poder hacerlo, pero en su campo especifico como es el arte, (literatura, cine, pintura, etc.) pero cuando la imaginación la dejamos avanzar sobre la realidad y opinamos en base a ello, el desastre que hacemos es notable, porque nos manejamos con fundamentos imaginados.

Por eso, fuera del ámbito no artístico, lo más importante es reducir al máximo por medio de la razón nuestra expansión imaginativa para basarnos más en conocimientos ciertos y menos en simples pareceres, en simples rumores, simples impresiones, simples resentimientos, simples ideas, simples imaginaciones.

Es importante saber la verdad para manejarnos con la verdad. Que, aunque no podamos abarcarla, si podemos ser abarcados por ella y vivir en la verdad aunque no con la seguridad absoluta de la ciencia.

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