09 octubre 2010

PREOCUPACIONES

El sentido de responsabilidad y sus grados dependen mucho del grado de despreocupación con la que nos manejamos. Es sabido que las preocupaciones no son buenas, muchos dicen “hay que ocuparse de las cosas, no preocuparse” u otras por el estilo, más ésta simplonas en burdo latín:  “no calentarum largo vivirum”.
Hay algo que tiene cierta lógica que complementarian éstas frases para no interpretarlas equivocadamente,  para ocuparse de algo primero hay que darle su importancia, de la despreocupación difícilmente podamos esperar una respuesta responsable. En éste contexto razonable ubico la preocuparon como algo positivo.

Hoy me preocupo por cosas que se, que muchos ignoran, que ignoran por mala voluntad o mala disposición, que vendría a ser lo mismo, despreocupación que lleva a la falta de atención. Porque prefieren vivir en la ignorancia de cosas fundamentales porque comprometen mirando solo aquellas que le son gratas, las exclusivamente necesarias y superfluas para llevar una vida más o menos grata. Buscando una vida sin penas ni gloria.

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