El problema más grave que puede sufrir el mundo es cuando los mediocres ocupan los primeros puestos, porque se nivela de ahí para abajo. Cuando esto ocurre, es difícil revertirlo ya que subirán los nuevos mediocres, inferiores en calidad a los mediocres anteriores. Y la decadencia es solo cuestión de tiempo.
Tampoco significa que una decadencia social se de en todos los sectores de la realidad con la misma intensidad y presencia. Hay realidades que están, por sus intereses económicos, mas próximos a que nos corrompamos, no es lo mismo el rubro de los fabricantes de tornillos que el periodismo, la política o el arte del espectáculo. Pero son precisamente estos sectores los que más influyen y más empujan tanto a la decadencia como a su recuperación.
En fin, mientras hay vida debe haber esperanza.
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