Guillermo Pena de todo un poco

SACRIFICIO

Se entiende perfectamente quien renuncia a un trabajo por uno mejor. Pero no se entiende tan bien que alguien renuncie a su vida por una vida mejor. Toda renuncia siempre comporta un sacrificio, un dejar atrás cosas que incluso pueden ser buenas pero que se sacrifican por un acto de fe. Por apostar al futuro, por algo mejor.

Se invierte para crecer, y no hay inversión sin riesgo, con una cuota a veces cara de incertidumbre.

Todo acto en relación al futuro requiere de fe. La falta de fe es paralizadora. Es quedarse siempre donde se está, por miedo a encontrar algo peor, o no encontrar nada.

Dicen algunos por ahí que la fe es para los miedosos e inseguros. Yo digo lo contrario. Son precisamente los miedosos e inseguros los que necesitan buscar seguridad, que no creen si no ven y no dan un paso si no están seguros. La fe por el contrario, estimula a tirarse a la pileta con los ojos cerrados, aunque con los datos necesarios para tener la convicción de que esta llena, una fe sin sabiduría y prudencia no la llamaría fe, o diría que es fe estúpida. Fe tan estúpida como la falta de fe. Con la sabiduría y prudencia que da la comprensión, no la simple erudición de sabihondos de biblioteca.

Es verdad que la renuncia a secas no sirve, necesita de fe, sin ésta el sacrificio no tiene sentido. El sacrifico con fe por el contrario, aunque es doloroso -porque siempre cuesta desprenderse de lo que nos ata- es liberación y el camino para encontrar “eso” que siempre nos falta.

FIN

PD. Para aquellos que puedan interpretar que desprecio o menosprecio a las personas porque ataco y desprecio las estupideces es no conocerme, las estupideces son solo errores o defectos en el desarrollo del pensamiento y no traslado a todo el ser lo que es solo una parte de el. Nadie estamos exentos de sostener estupideces.