28 abril 2010

DESORDEN

Un retrato del siglo XX y XXI Exhibicionismo

Según entiendo y observo:

El hombre siempre tiende naturalmente al orden, aunque guste y disfrute de cierto desorden. El orden si es absoluto es mortífero, lo más parecido a un cementerio, por eso el equilibrio de estos dos opuestos es orden perfecto.

Cuando el desorden supera el limite razonable, (que no suele ser la medida de nuestro gusto) como un boomerang vuelve hacia nosotros y nos pega fuerte. El orden y el desorden tienen relación parecida al aceite con la maquina, tanto si falta como si sobrepasa no ayuda o daña al buen funcionamiento. Aunque las dos son importares, es la maquina la que sirve al hombre y no el aceite, el aceite sirve a la maquina solo como acompañamiento, y al hombre en consecuencia.

Cuando el desorden excede su racionalidad sale de su rol, se sale de cause desmesuradamente afectando no a la maquina sino al hombre mismo.

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