Guillermo Pena de todo un poco

ARTIFICIALIDAD

Arte - Autenticidad -Artificialidad

Recuerdo una frase atribuida a Salvador Dalí –que comparto- y dice así: (puede no ser textual)
“Pintor, no te preocupes por ser moderno, porque esto es algo que irremediablemente no podrás dejar de ser”

Todos los contemporáneos somos modernos en el sentido que no podemos dejar de serlo, tenemos como ese aire de familia que nos muestra como parte de una forma de ser. Somos todos hijos de nuestra época, más allá de nuestras diferencias personales.

Según observo, esta época nuestra se caracteriza por las paradojas, una de ellas es que intelectualmente sostenemos unos códigos y sentimentalmente nos manejamos con otros, contradiciéndonos en los hechos y actitudes. Y viéndolos por esta causa reflejados en la realidad de todos los días.

Hablamos de igualdad, y la consideramos como una asignatura pendiente de la humanidad, como un ideal al que admiramos. Y por otro lado no queremos que sea
así, nos cuesta horrores porque tenemos una necesidad sentimental, emocional, de salirnos de la igualdad, que vemos como uniformidad o formalidad. Admiramos la informalidad!! Con unas ansias hasta desmesuradas de ser originales, de decir al mundo: aquí estoy, Yo existo!!

Ser o parecer distintos, pero a su vez iguales. Porque, queremos ser distintos siempre y cuando esa distinción nos favorezca y seamos aceptados y/o admirados. Una locura colectiva que lleva a algunos a destacarse del resto por una mayor insensatez.
A tal punto llega esta locura que en el mundo de las artes plásticas, un sector importante de el, pareciera que es la “originalidad” el principal -sino único- requisito válido para la selección de un artista.

Según entiendo, es la originalidad una condición indispensable del genio, del creador. Por ser un adelantado es hasta lógico ser raro, o hacer cosas raras para la época, ya que lo nuevo siempre produce cierta perplejidad, rechazo o admiración, y no ser comprendido o incluso tratado –o destratado- con indiferencia lo aparentemente normal.

De confundir ciertas cosas hace que la idiotez sea emulada a la genialidad, “genio potencial” no es “genio hecho” se llega a ser genial por el camino serio de la investigación y el trabajo; constante y perseverante. La originalidad, sin nada detrás, es pura insensatez, producto de un infantil desesperado anhelo de gloria.