Guillermo Pena de todo un poco

INSENSATEZ

Según entiendo y observo:

Comúnmente las ideas se relacionan y condicionan unas a otras. Cada persona nos manejamos con un conjunto de ideas “relacionadas” que hacen “nuestra forma de pensar”.Indefectiblemente estas se trasladan a la conducta y determinan nuestra forma de ser. Aunque nuestras ideas se relacionan porque quien las selecciona somos nosotros mismos, no siempre hay una concordancia entre ellas.  Esto se da cuando no hay un análisis serio de los términos e ideas y su relación se da solo en apariencia.  No es nada raro que muchas de ellas estén en contradicción y por eso desconcertamos a los demás, porque parecen provenir de dos personas distintas.
Porque las ideas no se forman de la nada, sino que surgen a partir de los sentimientos y afinidades.

Nuestro temperamento elije la ideas, pero es la razón la que debe seleccionar lo elegido. Este error –y es la causa de nuestras contradicciones- es cuando el temperamento, que es sentimiento, elije las ideas y no existe una razón “independiente” que las seleccione. Esto sucede porque el gobierno de nosotros mismos no lo puede llevar algo tan vulnerable como los sentimientos. Estos son lo mejor que tenemos, pero no los mas aptos para gobernarnos.

Escribo a continuación a modo de ejemplo una serie de ideas relacionadas que que se suelen dan en una misma persona pero que al analizarlas por separado entran en “contradicción”

Primera serie de ideas;
Que para amar y ser feliz hay que desprenderse de todo sufrimiento, porque éste niega la posibilidad de amar y ser feliz. Que el amor y la felicidad con el sufrimiento son dos realidades distintas e incompatibles. Que venimos a la vida para amar y ser feliz, no a sufrir.
Segunda serie de ideas:
Que a cada uno nos corresponde elegir un tipo de amor y felicidad sin cuestionamientos, es decir: “se feliz a tu manera que yo no te cuestiono nada” Que “cuestionar ”es igual a “no aceptar al otro tal cual es”. Y que “cuestionar”es una demostración de soberbia, es decir: creerse más que el otro.

Por eso concluyen con estas máximas:

Para amar y ser feliz no sufrir
Para aceptar y respetar no cuestionar

Para saber como entran en contradicción estas “máximas” solo se necesita analizar por separado y relacionar los resultados.