DISCRIMINACION
Reemplazar palabras es una de las estrategias de quienes pretenden engañar. Las palabras se reemplazan para que lo que se dice se entienda en un sentido que favorezca a sus intereses... luego, viene aquel que las usa incorrectamente, y aunque no busque engañar, perjudica a todos, favoreciendo la confusión y a los enemigos del bien social.
No necesariamente hacer el mal conlleva consciencia.
Algunos ejemplos de palabras que se usan como sinónimos y no lo son:
Se usa “tolerancia” como “aceptación” y “aceptación” como “aprobación”
Se usa “respetar” como “permitir”
Se usa “comprender” como “justificar”
Se usa “común” en lugar de “normal” y “normal” como “natural” y “natural” como “bueno”
Se usa “bueno” en lugar de “útil” y “malo” en lugar de “desagradable”
Se usa ‘discriminar” en lugar de “reprobar” y “reprobar”... casi no se usa.
El materialismo está emparentado por su reduccionismo con el ateismo. El materialismo ateo es el hilo sutil que une en el liberalismo, a todos los ismos que vinieron después, como el anarquismo y el comunismo. Estas visiones materialistas y ateas -opuestas entre si en su forma- conviven en la cultura del mundo actual y he aquí una de las tantas contradicciones observables.
Hoy el hombre y la mujer común, está a merced de una cultura reduccionista que favorece las cosas mas “bajas” de los hombres y a los mas “bajos” de la sociedad, discriminando "dejando afuera" todo aquello que lo enoblece. Para comprobarlo, solo hay que mirar.
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