04 julio 2009

MODALES

Muchas veces, las cosas no son lo que parecen.
La verdad siempre conduce al bien. Sin embargo, aún conduciendo al bien, puede generar males, ya que, si no es reconocida la verdad, no se aceptará y verdad que no se acepta, se combate.
Que la verdad traiga como reacción: violencias, no significa que deba evitarse callando, por miedo a la confrontación, porque en éste caso, no estaríamos haciendo un bien sino un mal mayor, porque el bien que se retrasa por ausencia de verdad, engorda los males, que arremeterán fortalecidos por el debilitamiento de la verdad, mas adelante.
Es un bien y no un mal el defender la verdad, para que no se distorsione el sentido de la vida. No se puede permitir que triunfe la mentira, que no solo es la característica suprema del mal, sino su cara mas visible. Pero no podemos olvidar que es parte de la verdad y del bien los buenos modales.

Te copio a continuación unas palabras de Epicteto, un filosofo griego del siglo I que nos puede aportar unos gramos de sensatez.
Decía Epicteto:
“La cortesía y la lógica son cosas diferentes y cada una tiene su aplicación. La proposición: “Es blanco o es negro” funciona bien en un razonamiento disyuntivo, pero no tanto en una conversación con amigos. De igual manera, en un banquete puede ser lógico tomar la porción mas grande si estamos hambrientos, pero hacerlo seria poco educado. Cuando compartas la mesa con otras personas, presta atención no solo de cuanto disfrutas de las delicias que se te ofrecen, sino de cuan importante son los buenos modales y la delicadeza personal”.

Estos consejos de buena educación,- te habrás dado cuenta- van mas allá de simples normas de urbanidad, expresan el cuidado al momento de manifestar nuestras ideas -evitando el atolondramiento y apasionamientos contraproducentes- cada vez que en la mesa se pone en jugo la verdad con liviandad relativista.

La expresión “tener muñeca” o “tener cintura” se refieren a la capacidad de darle “movimiento” a las ideas que sostenemos, aún en el caso que estemos en la verdad y el otro no diga mas burradas, porque, aún siendo la verdad “firme”, no podemos presentarla nunca ”rígidamente”. Esto lo puedo decir con toda autoridad, porque es uno de mis defectos mas evidente.

Pero no creo que tengamos que suavizar cada afirmación como si todo se tratara de opiniones y no pudiéramos estar seguros de nada, porque si bien es verdad que todo puede ser interpretado de manera diferente, no por esto todo es opinable, y ser respetuosos pluralistas -algo muy bueno y necesario- no significa que tengamos que aceptar toda opinión como posible. Si bien toda opinión merece ser respetada, no toda opinión tiene la misma valía.
Siguiendo la lógica relativista. no podría decir ni siquiera que “la leche es blanca”, sino que debería decir “opino que la leche es blanca”, porque, aún en éste caso en el que no habria discusión posible por su evidencia, sin embargo, podría objetar que si yo lo negara, nadie tendría derecho a decirme que estoy equivocado, porque seria mí opinión, mí “creencia”. Y si alguien quisiera demostrármelo trayéndome un vasos de leche o una vaca, podría aun seguir negandolo, diciendo que para mí no es blanca y punto cerrado. Acaso esto, ¿no es lo que ocurre con tantas teorías que solo son justificaciones que no resisten el menor análisis?
Cuando se dice que algo no es opinable quiere decir que ese “algo” no esta sujeto a opinión, es un “absoluto” como la leche, que es blanca. Pero según la libertad relativista, somos libres de opinar lo que se nos antoje.

Tampoco creo aquello que, para hablar de la verdad y lo moral, se tenga necesariamente que reflejar siempre en la conducta, Los que suelen odiar la verdad, se fijan muchas veces- escrupulosamente- en las conductas de los "moralistas" para descubrir una nueva hipocresía y así resaltar la mentira de la verdad. En el fondo, lo que buscan es que se deje de hablar de la verdad por temor a lo que puede venir: la critica injuriosa y despiadada.

Pero, “para no darles la razón”, sin dejar de hablar de la verdad, combatamos en serio -sin justificaciones- nuestras debilidades, empezando por lo menos con no acostumbrarnos a ellas, y no terminar siendo con el tiempo unos verdaderos hipócritas.

Si estoy equivocado, y alguien me lo hace ver, no tengo problema en corregirme, estoy para eso.

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