26 mayo 2009

CALIDAD DE VIDA

El progreso del mundo, no puede medirse solo por el desarrollo económico de las Naciones, ni por el cuidado del medio ambiente, sino también y fundamentalmente por la calidad humana de su gente. La calidad humana, de los que están en las grandes políticas internacionales o nacionales, y la de todos los que de ellos de alguna manera dependemos.
Es verdad, que el hombre medio, el trabajador, parece vivir mas preocupado por su propia economía o bienestar material de su familia, que de su formación humana y espiritual. Como tampoco por los problemas de la sociedad, (salvo cuando le toca sufrirlos directamente). Mucho menos por los problemas futuros del mundo. Pero aunque su responsabilidad también es mucha, se comprende mas por su inmediata necesidad de sobrevivir, aunque nada justifica esta omisión. Pero, si los que manejan casi todo, solo lo hacen en términos de progreso económico, y de bienestar absoluto, que la queda al individuo medio. Muy difícilmente puede ser mejor persona y elevar su condición humana si esta condicionado por el medio casi forzosamente. Pero no podemos perdernos en el anonimato ocultándonos en que es responsabilidad de todos, porque así no, no salimos nunca del circulo vicioso, ¿vamos a seguir esperando que empiece el otro?

Siempre hubo y habrá individuos decadentes, siempre se usó de la mentira para crecer económicamente, pero no es casual, que en éstos momentos la humanidad esté atravesando la mas generalizada decepción, cuando la institucionalización de la mentira llegó al escalafón mas elevado en la vida de todos los días.
Se ha dejado de lado el valor fundamental de la verdad, porque se ha diluido con ella el concepto de vida como compromiso. Porque si no hay “verdad” no hay “honor”, sino “negociación”. Todo tiene un precio y todo es negociable, hasta la dignidad. ¿Que sentido tienen no mentir, si no hay honor, ni dignidad? ¿Porque voy a arriesgar mí vida, por la patria, la justicia, la paz, o la Verdad si mí vida vale mas que todo? ¿ Que compromiso puedo asumir así? ¿Porque no mentir, si con esto consigo mí cometido?
El valor de la verdad y del honor, se perdió con el relativismo modernista. El liberalismo, al poner la libertad como valor absoluto, echó por tierra todo valor superior a el.

No vaya a interpretarse esto como una reivindicación de tiempos pasados y un volver a formas de vida anteriores donde el sentido del deber lo parecía todo, porque había por eso también mucha hipocresía, en eso hemos ganado mucho (aunque no por decencia, sino por desfachatez). En nuestro pasado anterior al liberalismo, se había abuso y mucho del deber y el honor, casi hasta el punto de no tener en cuenta los sentimientos. Eso era falso, pero no menos falso que ahora, que basamos todo en el sentimiento pasional y lo emocional, donde el deber por el otro no cuenta.

Así nos manejamos los hombres, de absolutismo en absolutismo, parece que no podemos optar nunca por el equilibrio.

La libertad individual solo es un bien cuando no es individualista, cuando esta encuadrada en el contexto de la vida en común. Vivimos en sociedad, y es nefasto vivir como si viviéramos solos, o todos en función de uno o todos en función de grupos privilegiados. Pero nunca nada esta perdido totalmente, pero la toma de conciencia generalizada de esto es muy difícil y llevarlo a la practica mas, pero es imposible si nunca comenzamos.

No hay comentarios.: