29 abril 2009

MATERIALISMO

Antes de abordar éste tema, necesito primero determinar unas objeciones básicas, sobre el pensamiento esencial del materialismo. Y una aclaración.

Objeciones:

El materialismo, reconoce a la materia la primacía de todo lo que existe, y que solo existe lo que es comprobable científicamente.
Por consecuencia, el espíritu depende de la materia.

La primera objeción es sobre esto: “primacía de todo lo que existe”: están determinado “a priori” el “todo”de lo que existe. ¿Todo lo que existe? ¿o todo lo que perciben que existe? Por supuesto, no puedo comprobar científicamente que están equivocados, pero ellos tampoco pueden comprobar científicamente que no lo están.
La otra afirmación es: “solo existe lo que es comprobable científicamente” ¿como pueden “asegurar” que algo no existe, si no lo han podido comprobado científicamente?

Aclaración:

Lo que a continuación afirmo, es solo una explicación sencilla y parcial de una realidad complejísima, por lo tanto, por la lógica limitación de lo material, del espacio y tiempo, entiendo que pueda suscitar esta síntesis, objeciones.

Comienzo:

Podemos estar seguros científicamente que la materia, es el principio de toda existencia material. Esto si es científico.
Y que el espíritu, depende de la materia, también podemos estar seguros científicamente.

El error grave del materialismo, es negar una realidad, porque no entra en el encuadre material. Además de ser una contradicción de su misma lógica, porque ¿no es que solo aceptan lo que puede ser comprobado científicamente? ¿como lo niegan. si no pueden comprobar científicamente la negación?

Como y porque depende de la materia:

El ser humano en su corporeidad, “materialidad”, tiene unas leyes generales, que hace sentir la presencia de un espíritu.
Lo repito: las leyes materiales hace sentir la presencia de un espíritu. Es un espíritu, dependiente de la materia.
Este espíritu, dependiente de la materia, es el que nos hace alegrarnos o entristecernos, tener sentimientos de odio o de amor, de donación, o de amor egocéntrico, sentir emoción, pasión, angustia, deseo, decepción. etc. etc. etc.
La leyes materiales son permanentes. Y comunes a todos los seres humanos, y animales. Y son permanentes, porque no aparecen o desaparecen en unos y desaparecen o permanecen en otros. Sino, están presente en todos.
Sin embargo, “éste espíritu”, efecto de su causa: “cuerpo”, varia según las características personales de cada uno, de su materia individual. Y además, pueden variar según el hábitat, modificarse, (contexto cultural, educación, vivencias personales). Pero nunca desaparecer. Las leyes naturales materiales no se modifican, sino su espíritu.
Del error de considerar que lo que se modifica son las leyes naturales, los naturalistas, -que son materialistas-, sostienen que ”todo” cambia. Y que “todo” es producto de imposiciones o prejuicios culturales. Con buena lógica piensan esto (auque equivocada por su base): si una ley natural es modificable, no hay ley, o pasa a ser otra ley.
Este espíritu, o ese “algo” espiritual “sensible” que nos trasmiten nuestras vivencias dependen de la materia, pero no es exclusivamente de la materia.

El espíritu humano depende de la materia, no solo de la materia:

La naturaleza del espíritu humano es como la de los animales no racionales, pero a su vez es extremadamente distinta, ya que su espíritu depende de su materia, pero también de Dios, Principio unificador de cuanto existe. Una realidad que esta fuera de lo material, pero también dentro. (No olvidemos que el espíritu no tiene partes, las partes son características de la materia).
Por eso, el espíritu del hombre depende de su materia (de las leyes naturales de su materia) y depende de Dios (las leyes sobrenaturales de Dios)
Estas leyes sobrenaturales, que están también presentes en el espíritu son las que marcan las inclinaciones (hacia Dios, hacia el bien ajeno, la donación de si mismo, el deseo de heroísmo, de altruismo, de generosidad, de solidaridad, etc. etc. etc.
(Los materialistas históricos le daban a esto, calificaciones desde mí punto de vista de lo mas asombrosas, por ejemplo: para Darwin el espíritu era una evolución de la materia. Para Marx era como una superestructura. Para Nietzsche, una sublimación (obviamente de la materia).
Estas leyes sobrenaturales, a diferencia de las naturales, necesitan del concurso de los hombres, de su disposición positiva hacia ellas, porque no habría merito moral si fueran como las que nos vienen dadas o impuestas por la naturaleza misma.
¿Alguien puede negar que la naturaleza nos impone sus leyes?
Entonces tendrían que negar, por ejemplo, que un homosexual puede dejar de sentir lo que siente y empezar a sentir lo que no siente si eso no se lo marcó la naturaleza.
La leyes sobrenaturales necesitan -porque así lo quiso Dios-, de la aprobación del hombre, porque están encuadradas dentro del ámbito del amor voluntario.

Credibilidad

El detalle mas importante esta dado por éste hecho:
La causa esencial de la negación de Dios y lo sobrenatural por parte de los materialistas ideológicos, es que no pueden concebir una realidad que éste fuera de la dimensión material y natural. Y no toleran que alguien crea.
Y para que el espíritu de Dios sea percibido, se necesita de la colaboración intima de cada uno: Esto se llama sentir la fe.
Lo mas delicado y dramático, si se quiere, es que, se necesita de esta disposición interior para empezar a percibirla, nunca después.

Desde esta realidad, completa, se entiende al hombre, reduciéndola a nuestras pobres limitaciones, solo humanas, jamas podrá comprenderse.

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