24 febrero 2009

JUSTICIA

Acerca del sentido de justicia no habría mucho que decir si no tuviéramos esa maldita costumbre de enlodarlo todo y complicar lo simple. La justicia no es otra cosa que la medida correcta. Algo es justo cuando al pesar “algo real” la medida que surge de ese acto coincide con el peso real de lo pesado. Dicho de otra manera, algo es verdad cuando al valorar “algo real” la medida que surge de ese acto coincide con el valor real de lo valorado. Lo verdaderamente justo es lo justamente verdadero.

La Verdad

El más esencial sentido de justicia está en relación a la verdad e íntimamente unida a ella. Ser justo es cumplir toda justicia. La verdad no está en cumplir con la balanza con que pesamos las cosas, porque puede ser trucha. O de buena calidad pero estar afectada de algún mal. Y pesar mal. Ni tampoco la verdad esta en cumplir con el dueño del negocio, porque además puede tener intereses mezquinos y hacer que la balanza pese a su favor. Ni tampoco para cumplir con el cliente, para congraciarnos con él y obtener algún beneficio futuro. O por odio al dueño, porque nos sentimos explotados y gozamos perjudicándole (siendo así tan mezquinos como el).
En la teoría no seria difícil conocer y guiarse por y con la verdad, si no fuera que en la practica nos resulta molesta, muchas veces demasiado molesta. Siempre resulta difícil asumir la verdad. Y es extremadamente difícil al no estar totalmente desprendidos de la maraña de mentiras que hoy dominan el mundo del trabajo. Es muy difícil ser juez y parte. Y justo a la vez. Y todos vivimos dentro de éste sistema. Pertenecemos a el. Y de una manera o de otra, pactamos. Pero lo mas lamentable- me parece-es ser de alguna maneta cómplices de el, y para justificarnos negar el valor de la verdad.

La luz y la Visión

Muchos idealistas han creído y creen que la única forma de mantenerse “limpios” en esta cancha embarrada es salirse del sistema. Otros, los mas resentidos, -vendedores de odios-, piensan en el recurso de la revolución violenta, donde no quede nada en pie, como solución viable. Yo soy partidario de apostar siempre a la esperanza, (por conocimiento de causas y efectos, no por idiotez) y al trabajo metódico. A tener los pies sobre la tierra sabiendo que el mal no se eliminará nunca, pero trabajar ilusionados para atenuar sus efectos malsanos. Así como para salir de la oscuridad se necesita contar primero con luz y después con la capacidad de visión, sin la cual la luz no serviría para nada, el mal también se combate también primero poniendo luz sobre las ideas, y después el que pueda y quiera ver, que vea.

Trabajar por el bien

Pero para esto no hay que esconderse mas en el anonimato de responsabilidades compartidas, tendrías que plantearte constantemente salir de la indiferencia, hoy, ahora, una y otra vez, para trabajar en ese sentido, auque no veas resultados a la visita. No esperes que sea otro, los otros después vendrán, o no. Pero éste hecho en nada cambiará tu calidad si la tenés.
Es una posición muy cómoda esperar que el otro empiece primero. Ademas el mejor beneficio que le damos al mal y a los corruptos es desesperanzarnos.

Esperanza

Por eso sostengo que la esperanza o la deseperanza es subjetiva, nuestra visión modifica la realidad futura, no la presente, porque si la realidad es desalentadora una actitud que la traduce en catástrofe de alguna manera la esta haciendo realidad, por lo menos en la cabeza. La deseperanza no nos viene de pensar que algo esta mal sino en que no tiene remedio. La esperanza es la condición previa necesaria para salir de una parálisis. Empezar por algo muy sencillo, llamar a la verdad, verdad. Y a la mentira, mentira. Y no excusarse poniendo en duda la verdad porque el que hace alarde de ella parece o es un hipócrita. El hipócrita usará siempre a la verdad para sus fines mezquinos. Con esperanza se sale adelante, sin ella nada. Por eso es la virtud mas necesaria.

No te olvides que no todo lo que reluce es oro y no todo lo que permanece oculto es porque no existe.

No hay comentarios.: