11 noviembre 2008

CULTURA
Sensibilidad / Expresionismo

Entender como se fueron dando las cosas en el mundo para que hoy estemos sumidos en una confusión general no es tarea imposible, lo verdaderamente difícil es pretender entenderlo desde un solo punto de vista y con conocimientos inconexos, ya que la realidad solo puede ser bien interpretada desde la consideración y relación de todas las cosas sabidas. Y la totalidad de las cosas sabidas incluyen tener en cuenta también los datos mínimos, aquellos aparentemente intrascendentes. Lamentablemente descuidados por las mayorías, por algo que es natural: los buenos investigadores, los realmente buenos en cada actividad humana, siempre son minoría.
A principios de siglo XX, en el año1905 se realizó en Francia una exposición de artistas jovenes, hasta ese entonces desconocidos. Era en el Salón de Otoño de Paris. Eran cudros novedosos, de espíritu exasperado, precursores de una nueva estética. Contrastando violentamente con aquellos cuadros se alzaba en medio del salón una estatua de estilo clásico. Al verla un critico exclamó: “Miren a Donatello entre las fieras”
No sospechó el critico al decir estas palabras que estaba bautizando un movimiento artístico. “Fieras” en Frances: “Fauves” La frase corrió por Paris y luego por el mundo. Así se incorporó el fauvismo en la historia.
Muchas cosas con el tiempo se olvidan o no se aprenden, pero siempre dejan su estela. Estos artistas jovenes eran discípulos de Gustave Moreau. Este pintor fue sin ninguna duda un precursor, pero por su estética decadente. Esta frase de el muestra su filosofía, “ el arte es la persecución encarnizada, mediante la plástica, del sentimiento interior”. Los fauves impugnaban violentamente el pasado, se proclamaban enemigos de la tradición, rechazaban la representación de la realidad y aspiraban solo a expresar por medio de la pintura sus sensaciones. Se oponían al equilibrio de los clásicos y al refinamiento de los impresionistas, realizaban una pintura de violentas oposiciones tonales, colores detonantes, fuertes síntesis de formas, atrevidos en la deformación de las figuras, empastaban también de manera original, un sentimiento primario, rudimentario los animaba, Muchos de los participantes de este movimiento se dispersaron como era de esperar en distintas corrientes expresivas, una de ellas “el expresionismo”. Los fauves y los expresionistas hicieron un arte de acento individualista, sostenido primordialmente por el instinto.
No cabe duda de que ellos eran jovenes sensibles y que tuvieron la capacidad de manifestar medio siglo antes la perturbadora revolución cultual llevada a cabo despues del sesenta y ocho.

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