15 diciembre 2010

SOCIEDAD

Según entiendo y observo:

Una sociedad se complica por problemas complejos, pero no quita que también lo favorezcan los imbéciles, llamo imbéciles a aquellos que siendo inteligentes les falta sensatez. Entiendo la sensatez como algo afín a la inteligencia pero no como parte de ella, por eso encontramos gente madura o inmadura en todas las edades y niveles de inteligencia. La insensatez tiene más que ver con la inmadurez emocional o psicológica. La inmadurez es propio del desarrollo humano, nadie nace siendo maduro, solo que el imbécil no supera esa instancia, manteniendo un grado de irresponsabilidad siempre, aún con canas en el pecho, aún con apariencias de seriedad.

La incapacidad de gobierno del imbécil es tal, que unos cuantos granitos de arena lo puede convertir en un montaña gigantesca. No distingue, entre otras cosas importantes, o no parece distinguir, entre reclamos justos y reclamos caprichosos, reclamos a los que suele conceder por factores varios, pero siempre, no por el bien de la sociedad, sino para sacarse el problema de encima.

Cuando se concede a los reclamos justos la democracia se fortalece, cuando se concede a los reclamos caprichosos solo se cede el poder a los inadaptados -no a los pobres necesitados- que usarán sin ninguna duda en contra del bien común y de la misma democracia.

Cuando no se trabaja por la justicia y el derecho justo, los reclamos se degeneran, cuando después se le encuentra una solución a los reclamos degenerados, me pregunto, ¿si ahora se puede, porque no se hizo antes? ¿o será una de las tantas promesas de los imbéciles que quedarán incumplidas?

No hay comentarios.: