03 julio 2010

INSENSATEZ

De la asociación espontánea de los términos “agradable” con ”bueno” o “desagradable” con “malo” surgen muchas de las confusiones que hoy se viven en todos las temas que se tratan, provocando mucha insensatez. Esta confusión tiene su causa también en el desconocimiento o no reconocimiento de como es y a que está destinado todo hombre y toda mujer.

Todos sabemos y lo experimentamos, que nuestra naturaleza está fuertemente condicionada por el placer. Placer que se manifiesta en la búsqueda constante de bienestar, que nos lleva como de la mano hacia la comodidad, la tranquilidad, la búsqueda constante de
satisfacción. Un algo que nunca conservamos en forma permanente, que siempre anhelamos y siempre buscamos. Esta es una verdad absoluta, que nadie puede negarla.

Esta búsqueda y el sueño de encontrar aquello que colme nuestra sed de bienestar, -confundida con felicidad- hace que busquemos también evadir la molestias, que se manifiesta abiertamente en el rechazo de todo lo desagradable, el esfuerzo, lo difícultoso, lo doloroso.

Por eso, naturalmente (por naturaleza) lo agradable lo consideramos algo bueno y lo desagradable, malo. El problema, que no necesariamente es así. Puesto que lo desagradable puede ser bueno y lo mismo a la inversa. Lo bueno y lo malo se mide con otra vara.
Lo bueno y lo malo tiene que ver con un bien o un mal general y permanente.
Lo agradable o desagradable no es un bien si solo conforma a la naturaleza parcial y transitoriamente, atentando a un bien general, común a todos y para siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=Iy2_NYXVODU&feature=related