17 julio 2010

INFORME

SENCILLO INFORME SOBRE LAS DOS CONCEPCIONES DE VIDA EN PUGNA, EN EL MUNDO DE LOS ULTIMOS TIEMPOS

Por Guillermo Pena

Nunca firmo los post porque automáticamente figura debajo de cada texto, pero aquí hago una excepción porque me parece que el tema y el formato lo merece.

INTRODUCCION

Según entiendo y observo:

El 11 de agosto éste blog cumple dos años y para conmemorar esta fecha estoy elaborando éste informe a modo de síntesis sobre lo que vengo escribiendo desde su comienzo.

Ya dejé en claro hace dos años mí intención en la introducción, esta intención primera de desahogar el alma esta plenamente satisfecha, pero falta aún cumplirse el deseo no comprobable de ser tenido en cuenta, pero en fin, esto es causa suficiente para seguir insistiendo, a pesar de todo. Porque me preocupa el destino de la humanidad, pero el factor humano. El crecimiento económico me tiene sin cuidado.

Los acontecimientos que todos estamos viviendo muestran a las claras que cultura reina y gobierna en el mundo y nuestra sociedad, aunque no parece ser evidente para muchos, menos aún es que se comprenda que nos está pasando o hacia donde vamos.

Semanas atrás a concluido un debate parlamentario que refleja como nunca el estado de la sociedad, comúnmente los políticos dan la impresión de estar viviendo en otro país, estos días curiosamente dejó contento a muchos, se han ganado sus votos. Estos acontecimientos no son más que accidentes en la vida de una nación, aunque hay accidentes que pueden marcar o cambiar para siempre el rumbo de la vida.

La sociedad argentina como el mundo, se encuentra hoy como nunca enfrentada entre las dos concepciones de vida más fuertes en la historia de la humanidad, concepciones irreconciliables, dividida como nunca en forma tan clara. Pero justo es decirlo, dividida pero no en partes iguales. Dos concepciones que agrupan dos mentalidades. La mentalidad liberal y la mentalidad católica.

Creo que es saludable ver que el mundo está hoy en una encrucijada cultural bipolar: liberalismo vs. catolicismo, y es saludable porque para curarse de una enfermedad, si uno está dispuesto a reconocerlo, lo primero es conocer sus causas y el estado actual del enfermo. Y el mundo de hoy sufre de un enfermedad dificil de diagnosticar y que puede ser terminal.

Voy a hacer algunas distinciones entre estas dos concepciones de vida.

Por supuesto dejo en claro que salgo en defensa de la minoría, una minoría que casi no se le escucha la vos porque en cuanto abre la boca es castigada desde todos los sectores, liberales, todos ellos. Pero no salgo en su defensa por el solo hecho de ser minoria.
Creí oportuno elaborar éste sencillo informe para poner en consideración de una forma palpable en que consiste a grandes rasgos las profundísima diferencia entre la mentalidad liberal y la mentalidad católica y comprender porque tanto odio, desprecio y discriminación hacia el catolicismo y los católicos de parte de la sociedad. Odios que vienen de muy larga data, porque si bien es verdad que durante mucho tiempo sintieron de parte de muchos católicos la humillación, ésta herida no curada permenece siempre abierta en forma de resentiento, acompañando el andar de la humanidad.

DESARROLLO

Si dentro de la mentalidad católica nos quedamos solo en las apariencias podemos llegar a creer que la mentalidad liberal está siempre abierta al cambio sin importar si es bueno o malo, y que todo cambio para ellos es causa-efecto necesario de la evolución.

Pero si estamos dentro de la mentalidad liberal también en su defecto podemos llegar a creer que la mentalidad católica está siempre cerrada al cambio porque le tiene miedo a los cambios, por conservadora.

Esta simplificación, propio del individuo tipo, (tipo masa) está llevando a un recrudecimiento de graves consecuencias para el futuro, porque despierta y recrudece los sentimientos de desprecio que se vinieron operando en el mundo desde el advenimiento del liberalismo, hoy me hace recordar, salvando las distancias, a los atropellos sufridos por los judíos en la Alemania de comienzas de siglo XX. Cosa curiosa también y paradójica de aquellos que tienen aparentemente sensibilidad hacia las minorías.

Hay cuatro palabras claves para entender las diferencias: pensamiento, sentimiento, moral y ley.

El pensamiento católico cree que la libertad individual, tanto de pensar como de actuar, debe tener para que sea saludable sus limites. Y el término "absoluto" hace referencia no solo al "todo sino también a "falta de limites". La libertad del hombre y de la mujer, debe estar limitada por las leyes del orden y de las jerarquías de valores. Hay cosas que valen más que otras, nada es igual entre cosas dispares.

En cuanto a los pensamientos...

El liberal autentico es un libre pensador. El católico autentico es un pensador libre. Para el liberalismo el pensamiento está por arriba del sujeto, para el catolicismo el sujeto está por encima de su pensamiento.
Hago la distinción entre libertad de pensamiento y la libertad de pensar.

El libre pensamiento no esta atado a nada, representado por el liberalismo, puede desconocer si quiere -y de hecho lo hace- lo moral, como consecuencia lógica de ese desconocimiento, mejor dicho no reconocimiento, pasa la ley a ocupar su lugar, las cosas para el liberal ya no son morales o inmorales sin legitimas o ilegitimas, lo bueno es lo legitimo, lo que prescribe la ley lo malo lo ilegitimo, o sea lo que la ley condena. Entonces reducen la convivencia y la ética en una cuestión modificable. Por eso siempre son los modernos, cambian según marque la ley y la ley la modifican según convenga en cada caso.
El catolicismo está a favor de la libertad de pensar, no como concepto de libres pensadores, como lo explico más arriba: el pensamiento debe estar limitado por las leyes del orden y de las jerarquías de valores o niveles de calidad y número, que son los que le dan coherencia. Hay cosa que valen más que otras, nada es igual entre cosas dispares.

Para el liberalismo los sentimientos y las libertades individuales están por encima de todo, es lo más importante, incluso más que los propios individuos, ya que, el "ser" pasa a un segundo plano por el "tener", Son los sentimeintos y libertades que se "tienen" lo importante. Reduciendo así al sujeto y sobredimensionando dos de sus cualidades. De ésta menera, la consecuencia lógica es, si solo son importantes los sentimientos individuales de las personas y su libertad de elegir lo que sus sentimientos le indican, no deben ser cuestiondos, que cada uno tiene derecho a sear feliz a su manera, no importando la manera que lo busque, ya que también esá por arriba de lo moral, menos de la ley, (una ley que ellos mismos pueden modificar según los sentimientos y conveniencias del momento.

El pensamiento católico cree en los sentimientos pero fomenta solo los buenos aquellos de las que derivan las buenas acciones y los buenos amores. Generosidad sin estupidez, lealtad con honradez, exigencia con comprensión, comprensión sin justificación, etc. etc. etc.

Para el pensamiento católico los sentimientos fuera de lugar no corresponden al orden natural porque naturalmente y por experiencia de siglos el hombre se corrompe cuando se deja llevar por ellos. Los actos del hombre y la mujer no valen por su eficacia ni por su eficiencia, no valen por su astucia o su lucidez, valen por la calidad de los buenos sentimientos dirigidos hacia el Amor supremo y su consecuencia fraterna.

En cuanto a los sentimientos, la moral y la ley...

Para el Catolicismo la moral está sobre el individuo, que no lo llama individuo sino persona. La persona está supeditada a la moral, porque es moral la que lo hace persona.

El catolicismo cree en la moral natural clásica (anterior al liberalismo y al propio cristianismo) sostenida y trasmitida naturalmente de padres a hijos y ordenada intelectualmente por los grandes filósofos de la cultura griega. Además el catolicismos cree en una moral sobrenatural, porque cree en las enseñanzas de Jesucristo. Una moral sobrenatural que no solo no contradice la moral natural clásica sino que la perfecciona. Motivo por el cual le garantiza al cristiano entre muchas otras cosas la solidez de su doctrina.

Una moral que llevada a la práctica ha tenido y tiene enormes dificultades, teniendo en cuenta las características de la condición humana en hacer realidad los ideales. Una humanidad llena de defectos y enfermedades. Humanidad de la que todos somos parte. Antes encarnada en mentes que lógicamente eran duras y rígidas acorde al medio ambiente duro y hostil en que vivían nuestros antepasados y hoy encarnado en hombres y mujeres más blandos acordes también a un ambiente más suave. Entre algodones no salen los soldados. El Católico aunque actúe mal distingue la diferencia, el liberal le da igual por su problema no resuelto de si es o no un ser moral.

La diferencia entre un católico corrompido y un liberal corrompido es que el primero es un inmortal y el segundo un amoral, el primero tiene una moral que traiciona, el segundo no tiene moral. Daria la impresión a simple vista que un inmoral es peor que la amoraidadl sin embargo no es así. El inmoral al cometer sus actos inmorales siente vergüenza porque sabe que es un hipócrita, el liberal al carecer de moral, (o una moral a su antojo que es lo mismo que no tener) no solo no se avergüenza sino que pone en marcha todo su mecanismo para autoconvence y acomodar su "moral" a las circunstancias.

El liberalismo no cree en una moral natural, ni sobrenatural, porque cree que toda moral no proviene de la naturaleza, mucho menos de un dios, que es producto de condicionamientos culturales. Que la moral tradicional es un producto de la manipulación de siglos. Y quieren llegar, (quizás inconscientemente) a poder demostrar su hipótesis. Creen que los que tiene el poder pueden manipular las conciencias para hacer de los hombre y mujeres de esta tierra lo que ellos quieran.

Esto nos lleva a remarcar otra diferencia que se desprende de esto:

La mentalidad liberal al ser abierta es multiforme, diversa, dispar incluso con derivaciones disparatada muchas veces, está diversificada en multitud de ideologías especialmente sociales y políticas, aunque también religiosas o espiritualistas. Por eso, aunque los ataques a la Iglesia católica parezcan provenir de distintos sectores en realidad vienen todas desde una misma mentalidad.

El pensamiento católico es compacto, pero es visto por el liberalismo por esta causa como cerrado. No acepta ocurrencias personales, el famoso “a mí me parece que”. Pero si, no solo acepta pensar y actuar en libertad, además lo estimula, solo que dentro de los limites de la coherencia, sujeta a la responsabilidad, a la seriedad, al estudio, al saber en la verdad.

Los frecuentes ataques a la Iglesia Católica provienen de esta realidad y del punto de vista de un liberalismo que no sopota ni la fe ni la moral ni la sujeción a norma preestablecida. Por una percepción y sentir diferente a la percepción y sentir diferente del católico autentico. Como no van a querer igualar todo.
Otra diferencia, la mentalidad católica no se basa en una ideología sino en una espiritualidad teológica filosófica pero fundamentalmente en un hecho concreto: cree en la palabra de Jesucristo, en sus promesas, advertencias y profecías que se cumplen inexorablemente para aquellos que la conocen y conocen la historia.
Esta mentalidad católica estará siempre en un conflicto irreconciliable con la mentalidad liberal siempre y cuando no entre en el juego chicanero de los cambios que los liberales reclaman de la Iglesia Católica para igualarla a todo lo demás.
No cree en el pensamiento único sino en el pensamiento unido, cree en la diversidad pero dentro de la unidad.

El liberalismo cree en la diversidad sin unidad porque busca la igualdad y termina siendo lo que apariencia odia, terminado todos en un pensamiento único sin diferencias. Difieren si entre ellos en ideas de aplicación práctica en lo social o política, pero en lo ético como son amorales todos tienen un pensamiento único.

PRIMER BLOQUE

Hay diferencias sustanciales entre lo que la mentalidad o pensamiento liberal entiende sobre los sentimientos y lo que entiende el pensamiento católico
El pensamiento católico piensa que hay algo que está sobre toda mentalidad, la esencia de cada individuo
que se manifiesta a través de su sensibilidad moral, y cree que no debe ser confundida con la sensibilidad
aplicada a los sentimientos afectivos.
Cree que, cuando los sentimientos afectivos son sobredimensionados (sentimentalismo) estos pasan a ser
lo único o más importante de una persona. Error en lo que suele incurrir según el punto de vista católico el pensamiento liberal.
La sensibilidad moral es también un sentimiento, que como todo sentimiento, no depende de la inteligencia pero pueda ser influida por ésta.
No significa que quien es liberal y amoral carezca de sensibilidad social, que no se compadezca de los pobres.  Esto no depende de la religión o falta de religión, ni de creer en Dios o no, es propio, intimo y sustancial de cada ser.  Pero no lo hacen por un acto moral sino por sentimiento, si lo sienten lo hacen, sino pasan indiferentes.

La sensibilidad moral y no el puro sentimiento es en definitiva lo que nos hace más humanos, porque nos saca de nosotros mismos para ir al encuentro del otro,  en cambio los sentimientos y afectos sin criterio moral están más cercanos al deseo de poseer que al de dar.

Este detalle y diferencia de óptica entre el aprecio y reconocimiento intelectual de la sensibilidad moral o de la sensibilidad amorosa es lo que hace también irreconciliable las dos concepciones en pugna.

Partiendo cada uno de sus propias premisas el pensamiento católico sostiene que esa sensibilidad moral esta intrínsicamente unida al propio ser de la persona, es lo que llama natural, parte de su naturaleza, que le viene de adentro sin buscarlo. Y difiere del pensamiento liberal porque éste sostiene que no hay nada en el ser humano natural ni nada que venga de adentro, que todo es maleable y moldeable,
Porque todo cambia y todo es modificable, por eso creen que la moral es un invento de los hombres hacia otros hombres para que auto limiten su libertad.
Cuantas veces hemos escuchado de las personas con mentalidad liberal que hay que “sacrse el peso de la fe y la moral”.
Lo curioso, que la sociedad en general aparentemente no se de cuenta, o no reacciona, que muchos que creen en esta premisa trabajan por lo que creen, en moldear las consciencias de las personas para usarlas a su antojo.

SEGUNDO BLOQUE

El mundo de hoy está conformado por tres grupos de personas. Grupos que no son divisibles en partes numéricas iguales.
Observando la realidad se ve claramente las dos concepciones en pugna de la que vengo escribiendo. (claro que hay que estar dispuesto a ver).
Los dos primeros que vienen a continuación tienen similitudes que hacen que en su actar se les confunda, el último sus diferencias son irreconciliables con la mentalidad liberal auténtica.

Primer grupo: Los liberales auténticos

Los liberales auténticos carecen de moral, sencillamente porque no creen en ella, recordemos que la palabra moral pertenece al patrimonio católico. Estos creen solo en ley hecha por los hombres, porque tampoco creen en Dios. Tampoco tienen principios, porque creen solo en los fines. No tienen principios simplemente porque creen que todo se asienta en un continuo devenir. Por eso siempre van detrás de los cambios y sufren de una gran seducción de ellos. Los líbreles auténticos jamás se muestran en publico, se esconden debajo de una fachada humanitaria, muchos son súper inteligentísimos, como Hitler. Son estos los que limitan el actuar de los católicos auténticos creando redes donde un hombre decente no puede entrar, salvo que deje de serlo. Los que organizan campañas de desprecio desde hace tres siglos para que el solo nombre de católico suene a cosa vieja y nefasta. De estos parten todas la persecuciones solapadas o abiertas, el fomento de los desprecios colectivos, las discriminación violenta, la burla al pensamiento catótico y abiartamente el deprecio a la jerarquia eclesiastica.

Segundo grupo: Los liberales “católicos” y los “católicos” liberales.

Las comillas indican cierta y difusa falta de autenticidad. En realidad no son católicos, en el mejor de los casos creen serlo o parecerlo.

Los liberales “católicos”, son el grupo mayor en número, son los que conforman el grueso social, el individuo masa, son muy parecidos a los anteriores pero se diferencian porque obran por imitación, son como inconscientes copiones, piensan y actúan según el ambiente y se diferencia de los anteriores porque no tienen pensamiento propio tienen algo de moral, muy borrosa o elemental, esquematizada en la famosa frase "no le hago mal a nadie, no mato, no robo", son los que yo llamo esquizofrénicos intelectuales, porque actúan entre las dos concepciones sin distinguir cuando son unos y cuando otros.

Dentro de éste grupo están los cristianos que se hicieron a la luz del liberalismo, son los que han tomado del catolicismo solo aquellos ingredientes que están en consonancia con el razonamiento liberal.

Entre estos liberales “católicos” se encuentran también los que decepcionados por los malos ejemplos y su falta de profundidad “católica” se han ido detrás de novedades, inventadas por los liberales auténticos en noches de alquimia, mezcla absurdas de componentes y datos diversos y contradictorios extraídos vaya a saberse como de antiguas civilizaciones orientales. Individuos que aprueban sin investigar la veracidad de los fundamentos, porque les seduce la idea de llegar al climax cuerpo-mente. En sintesis, este grupo se hacen eco de lo que escuchan infinidad de veces y asimilan inconsciente y pasientemente.

Los “católicos” liberales se diferencian de los anteriores porque están dentro de la Iglesia, no se han ido pero tampoco están, viven como a dos aguas, van a Misa cada tanto, o todos los domingos pero no son muy consecuentes con su fe, van sin estar, como el alumno que va al colegio pero no estudia, raramente se reconcilian con Dios en el sacramento destinado para eso, porque tampoco se arrepienten de nada o se arrepienten a su manera, mejor dicho a la manera de los cristianos liberales, los evangélicos o antiguos protestantes. Católicos agónicos que pueden incluso criticar a la Iglesia a la que pertenecen. Y son los que brindan en bandeja las excusas que necesitan los que están fuera para sembrar desprecios. Son los apichonados, los que trabajan en un silencio acobardado y amorfo, suavizan las expresiones por miedo a desentonar o ser criticados o sentir la burla con apelativos despreciativos.
De aquí se desprende porque el pensamiento católico en el mundo es minoría

Por ultimo, los que hacen la diferencia del pensamiento colectivo: Los católicos auténticos.

Este grupo minoritario, es muy poco conocido porque difícilmente se los ve actuar en masa, son aquellos que hacen su labor día a día cara a Dios, sin buscar el espectáculo, sin llamar la atención porque creen que están muy bien pagos con la alegría que le brindan a Dios. Son además los que no tiene prensa, los que sufren zancadillas y discriminaciones en los trabajos con influencia social, los que no llegan a la política, a la policía, al periodismo. Los que no suelen llegar muy alto en los hilos del poder porque no usan las misma armas que los demás, no recurren a las calumnias, a las injurias, a los bloqueos. Son los que sufren en silencio desde hace tres siglos sin salir a llorar discriminacioes, por ser tratados de anacrónicos, anticuados, conservadores, deshumanizados por no ser demagogos y no buscar quedar bien con a masa, por decir lo que piensan y creer en la verdad. Son los padres de familia, que día a día luchan por mantener joven el amor a su mujer, que no buscan excusas a sus dificultades y no recurren a otra para solucionarlos, van a la misma, a aquella que le juraron amarla hasta la muerte.

Los católicos auténticos distan mucho de ser moralmente perfectos, arrastran como todos defectos, imperfecciones, debilidades, y pueden sufrir también enfermedades de todo tipo, como todos. Pueden sufrir trastornos psiquicos, o problemas emocionales, psiclogicos, o de identificación. Viendo las deficiencias ajenas como propias, aún aquellas de mayor gravedad, pero llaman a las cosas por su nombre, poniendo cada cosa en el lugar y con la gravedad que le corresponde a cada una, pero, aún amándo y comprendiéndo no cambian su pensamiento acomodándolo para no sentir dolor o para calmar sus ansias de felicidad. Una vida puesta a prueba a cada paso por mantener la coherencia, porque la realidad tiene sus matices y la condición humana está en su defecto sujeta a sus vaivenes.

Hay una cosa que los diferencia esencialmente sobre todos los demás que le hace tener una inteligencia, no superior, pero si especial, y es lo que perturba al resto.

No solo cree en Dios -el demonio también cree en El- sino que le cree....a Dios. Y, gracias a Dios cree en el hombre en cuanto a su potencial divino. Juzgándolo por lo que es y por lo que debe dar, o sea lo juzga bien. Solo haciendo un juicio negativo cuando se piensa y se actúa mal, porque es al mal al que no quiere no a los hombres, que considera sus hermanos.

TERCER BLOQUE

El termino trascendencia no entra en el pensamiento liberal por esto el pensamiento católico le irrita tanto.
Le irrita porque el pensamiento católico pone calificación moral a los pensamientos y actos humanos, y no soporta, no tolera, y reacciona en forma intolerante cuando es calificado negativamente su pensamiento y conducta.
¿Que hace y que pretende el liberalismo multinacional con éste permanente acusador de su amoralidad?
Acallarlo bajo todos los medios disponibles.

1) Acallarlo no trasmitiendo su palabra, o poniéndolo en el ultimo lugar en las noticias cuando no queda otra.
2) Distorsionar su mensaje, tomando cosas verdaderas y manipulándolas a su conveniencia.
3) Poniendo en primer plano o en primera plana cualquier noticia o “personaje” católico que haga quedar mal a todos.
4) Ridiculizar el pensamiento católico calificándolo (parece que también califican) de anticuados, anacrónicos, conservadores, tradicionalistas, nazis, fundamentalistas, retrógrados, insensibles, rígidos, inhumanos, etc.
5) Solicitándole a través de los medios de comunicación social que cambien, incluso descaradamente rogándole a Dios, que se modernicen, que estén a tono con los cambios y la evolución. O sea, que se hagan liberales y progresistas como ellos.
Curiosísimo dato de quien dice amar la diversidad y el pluralismo. Aunque si coincide con su ambiguo concepto de igualdad: igualdad de pensamiento.

Ahora bien:

¿Que pretende el pensamiento católico? ¿Que todos sean o se hagan católicos? ¿Que todos tengan un pensamiento único?
No! Quiere simplemente que todos los hombres y mujeres de éste mundo, los de antes, los de ahora y los del mañana, en su rica y exquisita diversidad, vivan sostenidos por un pensamiento unido por los mismos principios morales. Principios morales que trascienden la vida de cada uno y la de todos en su conjunto. De los católicos y de los que no lo son, ni lo serán. Respetando el preciado derecho de la libertad en todo aquello que no violente y lastime el bien común. Porque una sociedad donde los individuos no tienen los mismos principios morales, la ética (moral social) es una mentira, no existe para dejar el lugar a contratos de convivencia que se rompen cuando dejan de convenir, donde siempre pierden los más debiles.
VARONES Y MUJERES DE ESTE MUNDO: ¿TAN DIFICIL ES DE ENTENDER ESTO?

CUARTO BLOQUE

Seguramente la pregunta final de éste último bloque trae más incógnitas y cuestionamientos que respuestas categóricas, sin embargo voy a redondear éste sencillo informe dando mí opinión al respecto.
Creo que es extremadamente sencillo, pero que se hace extremadamente complejo cuando hay predisposición negativa ante la verdad. Entendiendo la verdad como lo que es justo y recto. Sin mala predisposición se puede llegar a lo justo razonando correctamente. No es problema de inteligencias, o de falta de. Se asienta en la predisposición inconsciente o insincera de querer llegar a la verdad. Prueba de esto, la infinidad de especialistas en ley y derechos que desconocen aparentemente principios elementales.
El principio moral único para todos, es que: “todos los hombres, varones y mujeres, somos iguales ante a ley”.

Pero éste simple, sencillo y elemental principio moral se complica al conducir la razón por caminos tortuosos y embarrados.

Si la justicia no es justa no es justicia, así como si una moral no es justa no es moral. Un derecho que se exige, si es injusto o inmoral, no hay derecho.
Lo correcto es aplicar la justicia en relación al derecho que corresponde. La ley injusta no es ley de la misma manera que una moral inmoral no es moral.
La moral única para todos significa que la ley debe mirar con igualdad de derechos, pero igualdad de derechos no significa igualdad de personas.
Y la igualad ante la ley no significa igualdad ante el juez o el legislador. La ley está por encima del juez y del legislador. La justicia no admite privilegios, aplica la ley sobre las acciones. El juez si es amoral puede aplicar la ley según las personas, si les cae bien, si le dan pena, si justifica sus sentimientos, si hay una bonificación de por medio, La ley aplica con igualdad de derechos al rico o al pobre, a la mujer o al varón, al indefenso o al poderoso, etc., en cambio el juez o el legislador amoral puede ponerse por encima de la ley y modificar según concenso de mayorias todas las leyes sin importar la moralidad de dichos cambios, convirtiendo su amoralidad en inmoral.

La ley juzga las acciones y las aplica. La ley actúa con justicia cuando es justa pero también equitativa, contemplando las diferencias, solo atenuadas según la característica de la acción y de quien actúa. Por lo tanto, la ley no discrimina a las personas sino las acciones. Esto se llama discernir. De aquí se desprende que la igualdad de derechos corresponde a igualdad en los niveles de acción.

Si se hace una ley o se aplica en forma igual sobre acciones de distinta categoría la igualdad se convierte en injusta, y se hace lo contrario de lo que se pregona, no se está tratando a las personas con igualdad.

El liberalismo ve las cosas en función de los fines que persigue y convence a todo el mundo que esos fines son buenos, pero no tienen principios.

CONCLUSION

Creo que el ser humano es un ser en busca natural de armonía, pero que, por un desequilibrio también natural hacia lo placentero se deja llevar con mucha facilidad hacia los extremos. Esto no es un simple parecer. La realidad de cada uno y la historia de la humanidad lo confirman.

Hoy vivimos dos deformaciones culturales de gran significación y consecuencia. Por un lado el Modernismo y por otro el Fundamentalismo. No son las únicas deformaciones, pero todas parten del mismo hecho antes descripto. La marcada tendencia o inclinación al desequilibrio, y por éste a buscar posiciones extremas.

El modernismo es el hijo degenerado del liberalismo, es deforme en sus conceptos y deformante en las aplicaciones, puesto que ve todo lo nuevo como bueno y todo lo antiguo o tradicional como malo. El cambio es progresismo.
El modernismo descree que haya algo permanente, que existan principios, porque todo es móvil, todo cambia. Solo son importantes los fines, no existen principios porque estos nos hablan de algo permanente, o creen que si los hay, pero que no hay que ajustarse a ellos si cambian las circunstancias (forma mas sutil de descreer de los principios).
Para el modernismo solo son importante los fines, los medios importan en la medida que se logra un fin, los medios son buenos o malos no según el bien o mal que hagan sino si convienen o no para alcanzar un fin. Para el modernismo no puede existir Dios porque no puede existir un ser que no cambie y que sea eterno. Porque todo cambia.

El fundamentalismo es el hijo degenerado de la fe religiosa, deforme en sus conceptos y deformante en la aplicación, todo cambio es malo. Que las cosas que fueron vividas en el pasado, acorde a esa vida pasada debe ser mantenida siempre. Nada debe cambiar porque Dios –creen- así lo dispuso para siempre. Porque lo que Dios dispuso para un momento histórico así debe ser para siempre aunque vaya al revés de las agujas del reloj. Ven a Dios sin poder desprenderse de su visión y temperamento humano intolerante. Ven a Dios vengativo, airado con los infieles y ellos se ven a si mismos como sometidos a la voluntad de Dios que ven como depredadora de malditos.

Con esto cocluyo éste sencillo informe:
Ni unos no otros pueden salir de sus esquemas mentales extremistas para percibir que puede haber una realidad equilibrada, armónica. Un Dios Paternal.
No pueden entender a un Dios Paternal que permita las injusticias y calamidades de la vida, no pueden comprender porque no pueden salir -auque podrían si quisieran- de una mentalidad alienada por una visión humana. Y para entender algo de Dios, apenas algo, aunque suficiente, hay que salir un poco de nuestros esquemas mentales naturales. Se puede y podrían, pero se ve que no pueden.




7 comentarios:

Anónimo dijo...

Otra diferencia.... hablamos de creencias no de saber... en consecuencia sino sabemos y " solo" " CREEMOS" de donde surge tanta categorizacion para denostar la "DUDA".

YO a partir de ahora voy a creer en derviches, mi creencia es muy "CATEGORIZADORA" voy a creer. Mi vida va a ser facilista solo me voy a limitar a "CREER".

YO creo. QUO VADIS. RIP.

Como creo que creo me voy a limitar a creer.

SOY un credulo, vivo para creer.

Me voy a facilitar la vida creyendo.
A partir de ahora solo me consagro a creer.

Es mas creo que soy capaz de inventar una nueva creencia, la creencia del creer.

Y alla voy creyendo en lo que creo, jamas me voy a plantear nada desde la creencia.

Sere apenas un facilista creido o solo creo por creer, cuando me pregunto por que creo .... me lo pregunto o solo creo..... si creo se? o me dejo llevar por lo que creo que creo.....
Mejor no me pregunto mas nada y sigo creyendo en lo que creo. Total mejor es creer que enfrentarse a no creer sino saber.

Igual es mejor asi.
Hoy he decidido creer mas no intentar buscar el saber, si intentara saber encontraria un camino lleno de espinas (las del creer....pero ahi encontraria argumentaciones (siempre es mas facil)).

Siempre que me subordino a algo, sera mas facil... asi que hoy he elegido creer.

En que no se , pero es mas facil creer mas que saber.

Anónimo dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=1KSjuVSxefE&feature=related

Guillermo Pena dijo...

Estimado anónimo, éste informe no está terminado, lo voy haciendo en la medida que los tiempos me lo permiten. (ya mismo cambió la palabra elaboré por estoy elaborando).

No voy a hacer comentario de cometario porque podría encender una mecha entre nosotros que por experiencia no conduce a nada, en cambio te animo a que hagas nuevas lecturas de éste texto porque, además de encontrar más argumentaciones, que nunca vienen mal, podrías interpretar mejor el texto que de una sola vez.

Lo más claro para mí de tu comentario es que ya se sobre que estás parado. Un cordial saludo.

Anónimo dijo...

No, por favor... lejos estoy de encender mechas.

Justamente, mas alla de un KAPUN atravez de un encendimiento; apenas y tan siquiera me IMPORTARIA CONTEMPORIZAR.

Lo mas facil seria encender mechas para un sabido ESTRUENDO, lejos de estruendos, lejos de enfrentamientos, lejos de no respetar e interpretar( en caso que esto fuera posible.....algo (en la pratica IMPOSIBLE)). Apenas leo e intento ponerme del otro lado, la ciencia dice.....ABSTRAERSE.
Y las abstracciones son POSIBLES.

NO hay juicios de valor de mi parte, solo se producen INTERPRETACIONES.

Estas INTERPRETACIONES (carecen de prejuicios) de ahi el dialogo.

Anónimo dijo...

Jamas dudaria de las buenas intenciones, tan solo y apenas me preguntaria...... Que me ha influenciado.
Que ha sido, que con total desparpajo; me ha revalado que la vedad es una sola?

O sea si yo creo que la verdad es UNICA, los demas y el universo estan equivocados.

(Bueno si tomara conciencia que la gente que me rodea es IMBECIL que de hecho ...se que lo es (mira la TV)) todo se reduciria a una nada o a un todo.

Pero me centraria a preguntarle a los que se manejan sin importarle la mortalidad infantil la prostitucion infantil etc etc.
Los temas realmente IMPORTANTES a nadie los conmueve o sea
son apenas MIERDAS transitando sin mirar a sus costados.

Anónimo dijo...

Por favor, respeto la presion sanguinea, No imagineis cosas que no son.

Quizas estemos en la misma senda aunque parezcamos antagonicos, solo que voce representais un ORDEN absoluto y yo apenas gozo con quien quiera gozar. La Relatividad es tan vasta como absoluta e irrepresentable.

Somos uiversos irrepetibles e irreductibles. Gracias a la disparidad y gracias al no aburrimiento.

Anónimo dijo...

Y mas alla de todo lo que podamos decir, tengo un embajador suyo en mi casa. Y si mi hija lo acepto, debe ser buena gente ( mas alla de saber ((internamente y con un convencimiento absoluto)) que si lo es. La sangre no se equivoca; mas no por equivocarse como vulgarmente se interpretaria o podria interpretarze.

La gente buena ( por denominarla de alguna forma) se emparenta necesariamente.


Mira en lo que he caido.En una lectura absolutista. Ya me estoy pareciendo a vos jajaja.
El jajajaj no es sarcastico es tomar conciencia, de que las cosas deben transitar. Los consejos o preceptos se dan hasta los 6 años, despues de ahi hay que dejar las cosas fluir y DEJAR que cada cual tome su CAMINO.

Las libertades son individuales, jamas deberiamos "esperar" nada de nadie.
Cada uno se comportara como crea que deba comportarse.
2010 de la era cristiana basta de decir lo que deben hacer o lo que esta bien o mal. Que cada cual sea lo que "sean felices siendo lo que eligan ser".