02 junio 2010

INSATISFACCION

Sabiendo las cosas no se arreglan, pero de alguna manera el mal se reduce por falta de facilidad para engañar. La ignorancia, después de las propias deficiencias de carácter para hacernos valer es la mayor aliada del mal.

Según entiendo y observo:

El principio liberal de “mayor producción con menor esfuerzo” se entiende también como “lograr el éxito con el menor esfuerzo” o se puede interpretar como “lograr un fin como sea”
Pegada a éste criterio utilitarista y comercial la humanidad, en un solo sentimiento colectivo, desea el fin o los fines más no los medios, ¿quien quiere esforzarse por algo si puede conseguir el mismo fin sin esfuerzo?

Pero la clave del error no está en lo conseguido sino en poner lo importante solo en el fin. Y así por el fin se justifica cualquier medio.

El fin solo es apreciable y tiene valor cuando se llega a él superando los obstáculos, no pasándolos de costado. Cuantos se preguntan hoy ¿para que voy a tomarme el trabajo de aprender a sumar si tengo a mano una calculadora? ¿Para que quiero saber de historia si voy a Internet y en un segundo me entero de lo que no se? ¿Para que estudiar o esforzarme por ser bueno en lo que hago y como persona si para ganarme la vida solo tengo que ser astuto y rápido? Pensando incluso que todas estas cosas además de esfuerzo quitan tiempo.
Y es precisamente en los obstáculos, en las contrariedades y contratiempos donde medimos nuestra verdadera fuerza. Es precisamente en el esfuerzo, aunque nos resulte desagradable, donde encontramos la satisfacción de lo conseguido. Si la pared no ofrece resistencia al clavo no se podría colgar nada de el. Una pared blanda hace inútil al clavo. En el dolor no en le placer está el secreto de la vida y la felicidad.

Así es como teniéndolo todo podemos encontrarnos vacíos de todo, manteniéndonos siempre en carrera para no sentir la profunda insatisfacción interior. 

No hay comentarios.: