27 mayo 2010

LIBREPENSADOR

EL libre pensador se presentó en sociedad como un científico aunque en realidad fue un gran artista. Creador de la era moderna y a su vez producto de la modernidad. Un ser con más imaginación y fantasía que rigurosidad científica. Un engreído desconocedor de la propia condición humana. Un ser inteligente, incluso inteligentísimo, que se enamoro de sus propias cualidades intelectuales a tal punto que lo llevó a dar a la inteligencia toda la importancia del ser.

Fue un sujeto que perdió la objetividad enmarañado en subjetividades, Se amo tanto a si mismo al descubrirse iluminado que a modo del bello Narciso no le quedaron ojos para ver más arriba. Echó a Dios de su vida, y como el perro del hortelano pretendió echarlo de la vida de todos para ponerse él en su lugar.
Convengamos que consiguió bastante su propósito.

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