23 abril 2009

DIVICIONES

Allá por el siglo XVI, con la gestación del liberalismo, se sembró la semilla de la mentalidad divisionista.
Cuando nació, con la revolución industrial y la revolución francesa, los ideales liberadores eran, desde muchos aspectos, muy positivos y prometedores. La idea de igualdad -de que todos los seres humanos somos iguales ante la ley-. La Declaración de los derechos del hombre. Y lo de la fraternidad, -de que todos somos hermanos- era realmente un ideal maravillo. Pero, aunque los ideales nunca llegan a realizarse tal como se imaginan, lo peor no esta en esto, sino cuando se hace todo lo contrario.

Y los liberales de entonces, y los liberales que vinieron después, hasta nuestras días, lo convirtieron todo, en negro o blanco. El pasado negro y lo moderno blanco, ellos eran los modernos. El pasado oscuro, ellos los iluminados. Conservadores eran los que pertenecían al pasado y ellos eran los progresistas, los que evolucionaron. Los de antes, eran los tradicionalistas, que querían conservar todo igual, y ellos eran la vanguardia, los que pensaban en el progreso de la humanidad. El pueblo de antes, eran los sumisos y mediocres y los aristócratas eran los vendepatria que llenaban sus propias arcas con la esclavitud del pueblo, en cambio ellos eran los rebeldes revolucionarios que pensaban todo para el pueblo.

Todos los “de antes” eran los aristócratas inhumanos y burgueses recalcitrantes, porque querían conservar todo y que nada cambie, Ellos, en cambio eran los modernos, los populares y humanos, preocupados por el bienestar y progreso de los pobres.

Tan es así, y lo creyeron tan profundamente, que cortaron el mundo por la mitad, para ellos el mundo empezó con ellos, la era moderna. De ahí para atrás, nada sirve. Había que romper con todo lo relacionado con el poder aristocrático, lo decían los capitalistas y con el poder burgués, los comunistas.
Tan es así, que si estudiaron la historia del pensamiento no se les nota, porque la filosofía de los filósofos modernos, o mejor dicho, que se autocalificaron modernos, y “progresistas”, dan la impresión de no conocerla. Porque han descubierto y elaborado razonamientos, que no solo ya habían sido pensado antes, sino que además bajaron de nivel. Sin contar que se lo atribuyeron a si mismos como si nunca antes, nadie lo había pensado.

Y hay algo que jamás lo entendieron, o no lo han querido entender, que la realidad no es blanco o negro, no esta todo en un mismo plano de abstracción y que hay cosas que son permanentes y cosas que cambian, cosas que deben mantenerse y cosas que se debe cambiar. Que no es todo “cambio” ni tampoco todo “permanente”

El liberalismo fracasó porque el problema, no esta en su idea liberal, sino en su ideal absolutista .
Los burgueses liberales, que dieron el puntapié inicial a éste debacle, y todos los liberales modernistas que los
siguieron, lucharon desesperadamente por destruir los absolutismos y lo paradójico es que se pasaron la vida siendo y pensando en termino absolutos de “todo” o “nada”.

Estoy seguro que para estos modernistas yo soy conservador, arcaico, anacrónico, tradicionalista, antipopular, etc. etc. pero
esto no hay que darle demasiada importancia porque es producto de su mentalidad.
Estoy profundamente comprometido con la verdad, con las diferencias, con los matices, con los cambios sin restauraciones,
pero tampoco con cambios absolutos.
Creo profundamente que no hay que volver al pasado, sea tradicional o modernista, hay que ver el mundo “de una manera nueva” como decía Einstein. Y adhiero a la idea de que tenemos que superar esta etapa de siglos, de estupidez humana.

(hasta la división histórica la hicieron los liberales, dicen que la edad moderna quedó atrás, y le fueron aplicando nombres posteriores “contemporánea”, “posmoderna”, etc. Este cambio, será el día que se deje atrás esta cultura de siglos y renazca una nueva)

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